Un activista pro-vida denunció que los recientes ataques al senador Roberto Gerlein por su fuerte crítica al mal llamado "matrimonio gay" y las relaciones homosexuales, tienen como objetivo verdadero la moral católica, para así intentar acallar a todo aquel que se oponga a las uniones entre personas del mismo sexo.
Durante el debate del proyecto de "matrimonio gay" en el Senado colombiano, el legislador Gerlein advirtió que no podía convertirse "en vocero de esa clase de uniones que llevan a esa clase de excesos y que por naturaleza son repudiados por esa misma naturaleza".
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Además, advirtió que el sexo anal, propio de las relaciones homosexuales masculinas, es "sexo sucio, asqueroso, un sexo que merece repudio, un sexo excremental"; además de ser contrario al llamado de Dios de poblar la Tierra porque "la tragedia de la unión homosexual es su esterilidad".
Estas expresiones fueron criticadas por el lobby gay, medios colombianos y diversos medios internacionales, que calificaron al senador de homofóbico e intolerante. Incluso la alta consejera para la Mujer, Cristina Plazas, pidió que se le aplique la ley antidiscriminación. Mónica Roa, la líder del lobby del aborto en Colombia, expresó su apoyo a Plazas por criticar al legislador.
Ante la avalancha mediática en contra de Gerlein, el activista pro-vida Esteban Rodríguez señaló que, si bien las declaraciones de Gerlein pueden ser chocantes por la forma como fueron dichas, "la primera obligación de la caridad es decir la verdad".
"Por supuesto que con delicadeza y teniendo en cuenta el contexto, pues no es lo mismo hablar directamente a una persona con inclinación homosexual, que hacer un debate en el Senado en contra de un proyecto de ley que busca reemplazar el matrimonio heterosexual por el matrimonio homosexual, como institución de base sobre la que se funda la familia y la sociedad".
Sin embargo, el activista pro-vida advirtió que "quienes condenan a Gerlein no lo hacen por la forma en que hizo sus afirmaciones, sino por su fondo, que finalmente es el mismo de la Doctrina Social de la Iglesia católica. Es decir, la moral católica hoy por hoy es escandalosa y gracias a la ley antidiscriminación un crimen contra la sociedad".
Alertó asimismo que ahora el lobby gay puede "decir cualquier cosa en contra de la Iglesia, la moral cristiana, y a favor de conductas sexuales reprochables", mientras "los católicos debemos tener excesivo cuidado en la forma como defendemos nuestra fe y convicciones éticas, hasta el punto en que las escondemos para no herir susceptibilidades o quedar en ridículo".
Rodríguez recordó que las relaciones anales –promovidas también entre los heterosexuales a través de la pornografía– son contrarias a la naturaleza y son origen de diversas enfermedades. Por ello, dijo que es importante reivindicar "el derecho de Gerlein a decir que el sexo anal es repugnante y que la homosexualidad debe ser rechazada por ser contraria a la naturaleza".
No hacerlo, señaló, es permitir que únicamente se pronuncien "quienes lo condenan, dejando un claro precedente histórico de nuestra aceptación a callar al respecto. Es conceder una victoria a la llamada inquisición gay que criminaliza a quien piensa distinto".
"Con la suerte de Gerlein se pone en juego la libertad y el derecho de todos los cristianos a defender públicamente y vivir de acuerdo a nuestras convicciones éticas y religiosas. Si él pierde esta batalla, posiblemente nos costará décadas y hasta sangre recuperar ese derecho y esa libertad", aseguró.
Por su parte, el senador Gerlein señaló este miércoles que no iba a ofrecer disculpas al colectivo homosexual pues "solo he repudiado una conducta que repudia mucho más de la mitad de los colombianos". "No tengo ningún ánimo contradictorio con la persona que es gay, pero eso no significa que tenga que estar de acuerdo con todos los actos de una persona", expresó.