El Subsecretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, Padre Augusto Chendi, pidió a los trabajadores sanitarios a ser fieles a las enseñanzas de Cristo y ser valientes para no suprimir los valores de la Iglesia frente a la vida, “porque quien se acerca al enfermo, se acerca -como dice el Evangelio-, a Cristo”.
El 15 de noviembre, desde el corazón del congreso internacional "El hospital como lugar de evangelización, misión humana y espiritual”, el Padre Chendi explicó a ACI Prensa, que los médicos y enfermeras católicos, deben “ser fieles al mandato de Cristo, y no derogar los valores que la Iglesia anuncia”.
“Estos valores –continuó-, pertenecen a la profesión médica y por tanto, quien se acerca al enfermo, se acerca como dice el Evangelio a Cristo mismo, de manera que los valores que pertenecen a cada humano en cualquier situación que se dé, son valores que se pueden compartir no solamente para quien cree, es decir el enfermero o el médico católico, sino también la enfermera y el médico que no cree”.
El congreso se celebró en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano del 15 al 17 de noviembre, y en él participaron casi 800 personas provenientes de más de 60 países y relacionadas con el mundo de la salud.
El funcionario vaticano, lamentó que veces se intente poner a la Iglesia y sus valores al margen de la sanidad pública, “los nuestros, no son valores solo religiosos, sino que son valores humanos y que pertenecen a cada hombre en cualquier situación”, recordó.
“Este es el anuncio que la Iglesia quiere dar, y que pertenece a la dignidad de la persona, desde su concepción hasta la muerte natural. Para que sea salvaguardado, protegido y promovido”, añadió.
Anuncian novedades en el Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud
El P. Chendi, quien trabaja en el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, creada en el año 1985 por el Beato Juan Pablo II, explicó que su dicasterio atraviesa algunas actualizaciones.
Actualmente, están haciendo la revisión de la Carta de los trabajadores sanitarios, publicada en 1995, ya que desde entonces, fueron publicados otros documentos de carácter doctrinal, especialmente en el ámbito de la bioética que no habían sido añadidos hasta ahora.
Provienen, tanto en el pontificado del Beato Wojtyla -con la encíclica Evangelium Vitae-, como del actual pontificado de Benedicto XVI.
“Se trataba de actualizar esta carta de los trabajadores sanitarios, que toma en consideración todos los estados de la vida, y los problemas relacionados con la concepción hasta la muerte natural. Se ha considerado oportuno inserir nuevos argumentos relativos en particular a la ubicación de los recursos financieros, es decir, cómo aplicar en la justicia los principios de subsidiariedad y de solidaridad llamados por el Santo Padre en la distribución equitativa de los recursos destinados a ala sanidad”, refirió.
Otra temática que añadirán a la carta, son las llamadas enfermedades raras y los fármacos huérfanos. Según explicó, la industria farmacéutica se guía especialmente por las rentas financieras y, aunque tienen la fórmula para frenar diversas enfermedades que afectan a los países más pobres, no les interesa su producción o comercialización por razones de económicas.
“Aunque saben que afectan e invalidan a millones de personas, no invierten dinero ni en la investigación ni en la producción de estos fármacos”, explicó y, ante esto, “cuando un niño, o una persona tiene una enfermedad, y es imposible ayudarlo, debe actuar la conciencia de la Iglesia”, concluyó.