A pesar de las ajustadas derrotas en las consultas populares del 6 de noviembre, que permitieron la aprobación del “matrimonio” gay en unos pocos estados de Estados Unidos, los defensores de la familia aseguran que permanecerán dedicados a promover y proteger la institución más fundamental de la sociedad, la unión de un hombre y una mujer.
El presidente de la Organización Nacional por el Matrimonio, Brian Brown, aseguró que “a pesar de que estamos decepcionados por estas pérdidas, permanecemos fieles a nuestra misión, y comprometidos con la causa de preservar el matrimonio tal como Dios lo diseñó”.
“El matrimonio es una causa verdadera y justa, y nosotros nunca abandonaremos el campo de batalla sólo porque experimentemos una adversidad”, explicó en un comunicado.
Para Brown, “hay mucho trabajo que hacer, y comenzamos el proceso ahora”.
Votantes en tres estados, Maine, Maryland y Washington, votaron el 6 de noviembre sobre el posible reconocimiento legal del “matrimonio” gay. En Minnesota, a los votantes se les consultó si la Constitución estatal debería decir si el matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer.
En cada caso, la población ha votado contra el matrimonio, tal como tradicionalmente ha sido entendido.
Esta elección marcó la primera vez en la que los votantes en cualquier estado aprobaron una redefinición del matrimonio para incluir a parejas homosexuales. Anteriormente, los votantes han confirmado el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer en cada una de las 32 ocasiones en las que el tema fue puesto a votación.
Brown señaló que “los resultados electorales reflejan las ventajas políticas y de financiamiento que disfrutan nuestros oponentes en estos estados muy liberales”.
A pesar de las cifras record de contribuciones recibidas por la Organización Nacional por el Matrimonio, esta aún fue duramente superada por sus oponentes, y atacados tanto por los actuales gobernantes como por los medios de comunicación.
El hecho de que los defensores del matrimonio pudieran obtener resultados muy estrechos al perder en estados liberales apunta a que “los estadounidenses se mantienen fuertemente a favor del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer”, dijo.
El Administrador apostólico de Portland, Mons. Richard Malone, dijo que estaba “profundamente decepcionado” por la votación en su estado, pero agradeció a los católicos “que no abandonaron las enseñanzas católicas sobre la naturaleza del matrimonio”.
“Confío en que aquellos que votaron por un cambio tan radical lo hicieron por una preocupación por sus hermanos y hermanas, que luchan con la atracción por el mismo sexo”, dijo, en un comunicado difundido el 7 de noviembre.
Mons. Malone señaló que el “respeto y aceptación de todas las personas, sin importar su orientación sexual no es un punto de controversia”, sino que “es una enseñanza de la Iglesia, pero es el auténtico significado y definición del matrimonio”.
La Iglesia continúa comprometida tanto con el respeto de los derechos humanos básicos, y la preservación del matrimonio, subrayó Mons. Malone.
Por su parte, el Arzobispo de Baltimore, en Maryland, Mons. William Lori, había advertido que la redefinición del matrimonio amenaza la libertad religiosa de las personas católicas y las organizaciones que discrepan con cambiar el significado de la institución fundamental de la sociedad.
“Lamentablemente, los habitantes de Maryland decidieron por un estrecho margen no repeler la ley que redefine el matrimonio”, expresaron los obispos de Maryland en un comunicado emitido el 7 de noviembre.
“El lenguaje de la cartilla de votación que encontraron enmascaraba el hecho de que esta ley no solamente asigna beneficios civiles a las parejas gay y de lesbianas, sino que drásticamente desmantela en nuestra ley estatal la unidad fundamental de la familia: madre, padre e hijo”, señalaron.
Jim Accurso, a cargo de relaciones públicas de la Arquidiócesis de Saint Paul y Minneapolis, en Minnesota, señaló que a pesar de que la derrota electoral es “una preocupación muy seria”, no evitará que la Iglesia continúe buscando el bien común y sirviendo a la comunidad.
En un comunicado emitido el 7 de noviembre, Accurso explicó que la defensa que realiza la Iglesia del matrimonio está motivado por un entendimiento de que “el bien de la sociedad es mejor realizado al mantener la comprensión tradicional del matrimonio, como una unión entre un hombre y una mujer”.
Este es el mismo bien común que se persigue cuando la Iglesia busca “justicia económica, reforma de salud y de inmigración, y la defensa de la vida humana y la dignidad desde la concepción hasta la muerte natural”, señaló, subrayando el compromiso de la arquidiócesis a apoyar estos principios y fortalecer el matrimonio en el futuro.
El Arzobispo de Seattle, en el estado de Washington, Mons. Peter Sartain, expresó su decepción por la aprobación del “matrimonio” gay, diciendo que “este cambio en la ley civil no es del mayor beneficio para los niños o la sociedad”.
Sin embargo, continuó, el debate sobre la ley ofreció “una oportunidad para la Iglesia para reafirmar su consistente enseñanza sobre el matrimonio” y es “un punto de partida para un esfuerzo a largo plazo para educar a los católicos sobre su significado y propósito”.
“La Iglesia ofrece una visión del matrimonio y la vida familiar que enriquece nuestras comunidades y sociedad”, dijo el Arzobispo, “y nosotros continuamos comprometidos con esa visión, respetando la dignidad de todas las personas”.