El Consejo de Ministros francés aprobó el proyecto de ley por el que se busca legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en el país, cumpliendo así con una de las promesas de campaña del presidente, el socialista François Hollande.
El texto deberá ser debatido ahora en el Parlamento, algo que se espera que ocurra a partir de enero. El principal partido de oposición, la UMP, ya ha expresado su rechazo a la medida, al igual que la Conferencia Episcopal francesa, la comunidad musulmana y el gran rabino de Francia.
Para el presidente, la aprobación de esta nueva ley es "un progreso no solo para algunos sino para toda la sociedad", señaló la portavoz del Gobierno, Najat Vallaud-Belkacem, al término del consejo de ministros.
Aunque Hollande considera "legítimo" el debate en torno a esta cuestión, expresó su deseo de que sea "controlado" y "respetuoso tanto con las opiniones como con las creencias" de todas las partes y permita "espacio para una concertación", según la portavoz.
La ministra de Justicia, Christiane Taubira, ha sido la encargada de presentar el texto que, según el Gobierno, "permite a las parejas del mismo sexo casarse" y, en base a la "efectividad del principio de igualdad", "abre también a las personas del mismo sexo casadas la vía de la adopción, tanto conjunta" como del hijo de uno de ellos.
El proyecto de ley presentado por el Gobierno socialista contempla "la celebración de un matrimonio entre dos personas del mismo sexo residentes en Francia y el reconocimiento en Francia de los matrimonios entre dos personas del mismo sexo celebrados en el extranjero antes de la entrada en vigor de la ley", explica el Elíseo en un comunicado.
Desde el Ejecutivo se ha subrayado que esta futura ley "no modifica el régimen jurídico actual del matrimonio o la filiación adoptiva" sino que "abre la institución del matrimonio, con sus derechos y deberes, a las personas del mismo sexo".
No obstante, el texto incluye "disposiciones de adaptación, principalmente para la determinación del nombre del niño adoptado" así como una serie de disposiciones de coordinación en los diferentes códigos.
A partir de ahora, explica el Elíseo, "cuando sea estrictamente necesario, las palabras 'padre y madre' se reemplazarán por la palagra 'progenitor' y las palabras 'marido y mujer' por la palabra 'cónyuge'" si bien "las modificaciones no serán sistemáticas".
De hecho, precisa el Gobierno, "no afectarán a los actos de estado civil y al libro de familia, cuya forma no está regida por la ley". "Estos actos, así como el libro de familia, seguirán utilizando los términos 'padre y madre' cuando se trate de parejas de personas de sexo diferente", concluye el comunicado.
Según un sondeo publicado el sábado pasado, la mayoría de los franceses está a favor de los matrimonios entre personas del mismo sexo, si bien el respaldo disminuye.
Así, actualmente el 58 por ciento se declara a favor, frente al 63 por ciento en 2011. Además, el 50 por ciento está a favor de la adopción por parejas del mismo sexo, frente al 56 por ciento de hace un año.