El Secretario para las Relaciones con los Estados, Mons. Dominique Mamberti, afirmó que la lucha contra todas las formas de violencia debe partir del respeto a la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural, porque sin ello será "imposible crear un tejido social fuerte".
El Prelado dijo esto en su mensaje a los participantes de la Asamblea General de la Interpol, reunida en Roma (Italia), bajo el tema "La policía ante los desafíos de la violencia criminal contemporánea", donde denunció el aumento de la violencia en todas sus manifestaciones.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Mons. Mamberti alentó a los miembros de Interpol en el combate contra la violencia, lo que "presupone el deber moral de ayudar a crear las condiciones para que ésta no nazca ni se desarrolle".
"Los que operan dentro de las instituciones de seguridad pública, como las fuerzas policiales que ustedes representan, son conscientes de que los primeros anticuerpos contra toda forma de criminalidad son los ciudadanos de cada país. En la alianza y solidaridad entre los ciudadanos y la policía se construye el mejor bastión de resistencia a la criminalidad", añadió.
En ese sentido, afirmó que entre las acciones "más eficaces para crear un contexto social ordenado al bien común figura la eliminación de las causas que originan y alimentan situaciones de injusticia".
"En este campo, una función primaria debe ser reconocida a la educación inspirada en el respeto de la vida humana en todas las circunstancias. Sin ella, es imposible crear un tejido social fuerte y unido en los valores fundamentales, capaz de resistir a las provocaciones de la violencia extrema", explicó.
Mons. Mamberti recordó que el lugar primordial donde el hombre se construye es la familia, porque "dentro de ella los niños experimentan el valor de su propia dignidad trascendente, ya que son acogidos en la gratuidad que procede del amor recíproco y estable de los esposos".
"Dentro de ella, se experimentan las formas tempranas de la justicia y el perdón, cimiento de las relaciones intra familiares y base de una correcta integración en la vida social", afirmó.