La Santa Sede confirmó en segunda instancia y con carácter definitivo la expulsión del estado clerical del ahora exsacerdote Miguel Ángel Santurio en Argentina, acusado de trata de personas, abusos sexuales, y dedicado a celebrar ritos de "sanación".
Según informó este jueves 1 de noviembre el Obispado de San Luis, con esta decisión Miguel Ángel Santurio "no se encuentra en comunión con la Iglesia Católica Apostólica Romana, presidida por Su Santidad Benedicto XVI y representada en la diócesis de San Luis por Monseñor Pedro Daniel Martínez".
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El comunicado precisa que el ahora exsacerdote "no posee ningún oficio o encargo pastoral de parte de la misma; ni tiene licencias o autorización para realizar ningún tipo de acto religioso o sacramental, a saber: celebrar bautismos y confirmaciones, oír confesiones, celebrar la Santa Misa, ni concelebrar; asistir a la celebración de matrimonios; administrar la unción de los enfermos, administrar sacramentales (bendiciones, exorcismos)".
El comunicado de la diócesis precisa además que "la llamada Vicaría de los Sagrados Corazones de Jesús y María Santísima que el señor Miguel Ángel Santurio gestiona, con sede en la calle Constitución 284 esquina 25 de Mayo y también en la calle 9 de Julio 415 esquina Ituzaingó, tal como consta en los folletos distribuidos por las calles de San Luis capital, tampoco es un organismo pastoral de la diócesis de San Luis y por tanto, tampoco pertenece a la Iglesia Católica Apostólica Romana".
El proceso penal canónico contra Santurio empezó en 2009 ante el Tribunal Eclesiástico Nacional y pasó al Vaticano tras la apelación al fallo de primera instancia con fecha 26 de mayo de 2011, que ahora ha sido confirmado.
En forma paralela, Santurio fue sobreseído en una causa de abuso deshonesto y reducción a la servidumbre en perjuicio de tres jóvenes tras una denuncia de la ONG Alto a la Trata ante la justicia federal de Misiones, adonde se trasladó tras disentir con las indicaciones pastorales del entonces Obispo de San Luis, Mons. Jorge Luis Lona.
El juez José Luis Rey desestimó aquella causa porque ninguna de las supuestas víctimas denunció al sacerdote por abuso sexual, un delito de instancia privada en el cual la Justicia no puede actuar de oficio.
Santurio, de origen uruguayo y conocido en la comunidad como un "cura sanador", intentó fundar una congregación religiosa de mujeres. Era conocido por organizar celebraciones o ritos de "sanación", acompañado por pastores que según él, rezaban por sus intenciones, lo que le valió amonestaciones por parte de la autoridad eclesiástica.
En abril de 2009 el Obispado de Puerto Iguazú, con Mons. Marcelo Martorell a la cabeza, decidió expulsar al sacerdote de esa jurisdicción ante una serie de actuaciones de Santuario "reñidas con la moral y con el orden jurídico".