Hoy al mediodía se realizó en el Vaticano una conferencia de prensa con los presidentes delegados del Sínodo de los Obispos que se realiza hasta el 27 de octubre, en el que se informó de los trabajos de la asamblea sinodal luego de la presentación ayer del "Informe después de las discusiones generales"
En la conferencia estuvieron el Cardenal John Tong Hon, obispo de Hong Kong (China); el Cardenal Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara (México); el Cardenal Laurent Monsengwo Pasinya, Arzobispo de Kinshasa (Congo) y Mons. Ján Babjak, arzobispo Metropolita di Prešov para los católicos de rito bizantino.
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Los Obispos hicieron un balance de esta primera parte del Sínodo sobre la Nueva evangelización y han trazado los límites, el contexto y el material sobre el cual ahora los padres sinodales, tras las discusiones generales en Aula del Sínodo, se disponen a tratar y evaluar en grupos lingüísticos, en los llamados Círculos menores en donde se elaborará el borrados del mensaje final.
Ayer por la tarde, el Cardenal Donald Wuerl, relator general del Sínodo, señaló que "la nueva evangelización no es un programa temporal, sino una manera de ver el futuro de la Iglesia y de vernos todos comprometidos en la renovación de la fe, porque el anuncio del Evangelio es la misión primordial de la Iglesia".
En presencia del Papa Benedicto XVI, el Arzobispo de Washington presentó el "Informe después de la discusiones generales" que contiene los temas más importantes del Sínodo.
El Purpurado dijo que "hoy especialmente, el ministerio de la Iglesia se encuentra en una fase de revisión de su manera de llevar la Palabra de Dios en un contexto nuevo, globalizado, lleno de retos y donde hay una gran ignorancia de la fe, especialmente en los países de antigua tradición cristiana".
El relator general destacó que en la práctica lo que se necesita es una "renovación espiritual que la Iglesia debe proclamar y aplicar".
El Cardenal Wuerl recordó algunos temas que se han tratado en el Sínodo: el diálogo interreligioso, especialmente con el mundo musulmán; la violencia y la reducción de la libertad religiosa; el compromiso ecuménico y la Iglesia en los medios de comunicación.
A continuación, indicó algunos "instrumentos" válidos para un nuevo anuncio del Evangelio: las parroquias, las pequeñas comunidades, las escuelas, las universidades, las peregrinaciones, los catequistas.
"Pero es sobre todo el matrimonio, la familia, la Iglesia doméstica, la institución que logra transmitir la fe en las situaciones más difíciles, a formar a la persona humana, que hoy tiene necesidad de apoyo en un mundo secularizado".
El Arzobispo dedicó un amplio espacio a los sacerdotes y consagrados insustituibles para la nueva evangelización en una época donde escasea las vocaciones; y recordó igualmente la necesidad de integrar a los laicos a todos los niveles en la organización de la iglesia local, ya que todos los católicos deben convocar a la gente a la práctica de la fe.
Según señala Radio Vaticano, el informe del Cardenal Wuerl contiene 14 preguntas, a las que tendrán que responder los Padres sinodales, preparando así el terreno para la elaboración de los documentos finales.
"Ahora que la Iglesia es consciente de sus dificultades, tensiones, preocupaciones, pecados y su debilidad humana, es hora de mirar un nuevo Pentecostés, para vivir la Palabra de Dios y compartirla con alegría", concluyó.