El Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, hizo un llamado a los enfermos para que ofrezcan sus sufrimientos con la intención de que los jóvenes abran sus corazones al Evangelio.
Así lo indicó el Purpurado en sábado 13 de octubre en la Misa por la Peregrinación Anual de Enfermos a la Basílica de Guadalupe, en la que alentó a los que sufren a ofrecer sus dolores por la Misión Juvenil 2013 a la que ha convocado.
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Según señala el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), el Cardenal dijo que "en la Arquidiócesis de México queremos participar de este Año de la Fe, anunciando esa fe especialmente a los jóvenes, pero sabemos que nuestro trabajo será infecundo si no contamos con sus plegarias y oraciones. Ofrezcan sus sufrimientos, sus dolores y sus angustias por nuestros jóvenes, para que ellos abran su corazón al anuncio del Evangelio".
El Arzobispo reflexionó sobre el sufrimiento y explicó que Dios lo permite, en primer lugar, para la propia salvación, ya que "cuando lo experimentamos continuamente, nos va purificando, cambiando nuestros criterios y el modo de ver y valorar la vida".
Aclaró que aunque difícilmente el ser humano puede percibir la "conexión" entre el dolor y la salvación que se opera en la humanidad, "Dios sí conoce ese secreto, esa íntima relación, pero además es algo que podemos palpar continuamente".
El Cardenal dijo que aunque parezca contradictorio, es justamente en medio del dolor y del sufrimiento como mucha gente llega a comprender cosas que no logra entender cuando incluso goza de plena salud. Y es que "la vida eterna comienza aquí precisamente, cuando en medio del dolor valoramos la vida, descubrimos aspectos de ésta que no habíamos entendido, y esto nos hace sentir un gozo, una alegría que otras personas no comprenden".
Por ello, el Cardenal Rivera hizo un llamado a los enfermos a descubrir la alegría de saber que su dolor no solamente los va a purificar y les da la esperanza de la vida eterna, sino que están íntimamente unidos a Cristo, a ese "Varón de dolores, habituado al sufrimiento, que con sus llagas nos ha curado".
El Cardenal agradeció a quienes cuidan y están cerca de los enfermos, así como a la venerable Orden de Malta que, como todos los años, organiza esta Peregrinación de Enfermos, para la cual desplegó en esta ocasión una gran cantidad de voluntarios y facilitó los buses y medios de acceso.