El director nacional de Obras Misionales Pontificias, Anastasio Gil García, ha afirmado que en la colecta del próximo domingo 21 de octubre, Día del Domund, esperan recaudar en España más de 15 millones de euros.
Esta fue la cantidad recolectada en 2011, aunque ha insistido en que "muchos pocos", sean monedas de un euro o de cincuenta céntimos, suponen "mucho" para los 14.000 misioneros españoles que ayudan a la población de los países en vías de desarrollo donde anuncian a Jesús y ayudan en la construcción de escuelas, hospitales y capillas, entre otros.
Según ha explicado Gil García, tras tres años en caída de los fondos recaudados por OMP, en 2011 creció la recaudación con respecto al año anterior en 29 diócesis de España y, por ello, esperan que la línea sea ascendente este año, un hecho "muy significativo", a su juicio, teniendo en cuenta la situación de crisis económica por la que atraviesa la sociedad española.
"Las aportaciones que recibimos no son grandes fortunas, los muchos pocos hacen mucho y además cuando lo entregamos íntegro en manos de un misionero, podemos decir que son los únicos que hacen de una peseta un duro, no sé cómo se las arreglan pero los milagros existen. Tú le das a un misionero 9.000 euros y te ha construido junto a toda la comunidad una capilla", ha subrayado.
El director de OMP ha apuntado que cada año parten para territorios de misión más de un centenar de hombres y mujeres nuevos que van por un periodo mínimo de tres años y en muchos casos para toda la vida.
Además, ha precisado que cerca de 10.000 jóvenes viajan cada verano a realizar una experiencia misionera que también hacen cada vez más seminaristas antes de ordenarse impulsados por el obispo de su diócesis. En este sentido, la directora diocesana de las OMP en Mallorca, Caty Alberti Victory, ha destacado que los jóvenes quieren cooperar y ha subrayado que los primeros cooperantes que hubo fueron misioneros.
Por su parte, el director diocesano de las OMP en Sevilla, Eduardo Martín Clemens, ha destacado el trabajo de las delegaciones con los misioneros y sus familias y ha señalado que las delegaciones de misiones son como "tiendas de campaña" que "peregrinan continuamente" donde se siente "el latido de los misioneros, sus alegrías, sus preocupaciones".
En estas delegaciones, según ha explicado, se trata a los misioneros con "cercanía, afecto, atención" y "no hay necesidad del misionero que no sea atendida aunque la delegación deba prescindir de algo que también necesita", como en el caso de un cáliz que envió la diócesis de Sevilla a la misión en el Congo donde acababan de construir una capilla.
Además, ha subrayado que tan importante es la labor del misionero 'ad gentes' que se juega la vida en el territorio de misión como la de los que están a la retaguardia mirando por él.
El director diocesano de las OMP en Málaga, Luis Jiménez Hernández, ha puesto de relieve la "simbiosis total" que existe entre la Iglesia local y las congregaciones religiosas, de las que salen el 90 por ciento de los misioneros en conexión con la diócesis de pertenencia.
Los misioneros, según ha precisado, deben fomentar el diálogo interreligioso para que "nunca más haya guerras por motivo de religión", aunque también atraer a los que están alejados de la Iglesia y "abrir los corazones europeos y españoles a la solidaridad, a los pueblos más pobres". No obstante, ha remarcado que, ante todo, deben ser "un camino de acogida para los inmigrantes".
Además, en los países en vías de desarrollo, los misioneros llevan a cabo una primera evangelización, crean grupos cristianos, fomentan el respeto a la mujer para que no sea considerada como secundaria --como en Tanzania, donde Jiménez estuvo 20 años de misión--, y ayudan a la promoción humana, al crecimiento de los pueblos a los que son enviados, mediante la creación de escuelas primarias, secundarias, de formación profesional y dispensarios.
"Donde llega la Iglesia, llega la promoción humana", ha subrayado.