"Todos los indicios señalan que se trata de una acción de Boko Haram", afirma Mons. Ignatius Ayau Kaigama, Arzobispo de Jos y Presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, al comentar la masacre del 2 de octubre cuando un grupo de hombres armados irrumpieron en la Universidad de Mubi, en el Estado de Adamawa en el noreste del país, matando a al menos a unos cuarenta alumnos.
Los asesinos reunieron a los estudiantes identificando por el nombre a sus víctimas antes de matarlas.
La policía aún no ha comentado nada oficialmente sobre los autores de la masacre, pero, según declaró a la agencia vaticana Fides Mons. Kaigama, "parece haber sido perpetrado por miembros de Boko Haram, ya que es similar a otros actos cometidos por ellos recientemente".
En las últimas semanas, incluso mezquitas y líderes musulmanes han sido víctimas de ataques perpetrados por los extremistas: "Boko Haram es una secta criminal separada del resto del Islam. Sus miembros son criminales que no hacen ninguna distinción entre cristianos y musulmanes. Las motivaciones de sus actos de violencia van más allá de la religión".
"Nuestros servicios de seguridad deben averiguar qué se esconde detrás de los ataques de Boko Haram", dice el Arzobispo de Jos.
"Me pregunto si hay una fuerza política con una estrategia detrás de todo esto. Pero no es mi trabajo averiguarlo. Soy un líder religioso, no es mi trabajo, eso le corresponde al gobierno y a las fuerzas de seguridad".
El 4 de octubre, el Presidente Goodluck Jonathan, anunció el nombramiento de un nuevo Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.
"Puede ser una forma de responder a la situación, ya que la población se está enfureciendo cada vez más de día en día por la masacre de inocentes asesinados sin razón alguna. Así que creo que ha llegado el momento de que el Presidente haga lo que tiene que hacer, incluyendo un cambio de los jefes de seguridad" concluye Mons. Kaigama.