Fuentes de la agencia Fides denunciaron que un grupo de delincuentes asesinaron al sacerdote jesuita Bruno Raharison en Antananarivo, capital de Madagascar, el pasado 30 de septiembre, con el fin de robarle el auto que utilizaba para su servicio pastoral.
"Los delincuentes quisieron robar el coche que el sacerdote acababa de recibir para realizar su servicio. El P. Bruno estaba acompañado por un chico que le ayudaba en sus viajes. El cual, junto con algunos amigos organizó la emboscada en la carretera", señalaron las fuentes.
Según se informó, el coche del religioso fue avistado el 30 de septiembre estacionado en la carretera estatal 2 que conduce de Antananarivo a Tamatave, cerca de la ciudad de Carion. Una vez alertada la policía, se estableció una vigilancia del coche hasta que al día siguiente se capturó a uno de los implicados.
Al mismo tiempo se organizó una búsqueda en la zona que permitió encontrar el cuerpo del sacerdote el 2 de octubre, a 400 metros del vehículo. El religioso jesuita había recibido varias puñaladas.