El titular de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Arquidiócesis de México, P. Rogelio Alcántara, dijo que cuando un católico adquiere un libro relativo a la fe debe cerciorarse que contenga el Nihil Obstat e Imprimatur, “porque hay muchas obras que se publican con ideas erróneas o confusas”, ajenas a la enseñanza de la Iglesia.
“Esta situación toma mayor relevancia en la actualidad porque, debido a la proliferación de orientaciones religiosas, cualquier persona puede escribir un libro argumentando que ha sido inspirado por el Espíritu Santo, por María Santísima o por algún santo, y se trata de ideas personales con fines, la mayoría de las veces, comerciales”, señaló en declaraciones al Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME).
“El Nihil Obstat (Nada impide para que se publique) es la aprobación del obispo de la diócesis correspondiente –o de un delegado nombrado por él para tal fin–a una obra que desde el punto de vista moral y doctrinal aspira a ser publicada como católica”, recordó el SIAME.
Mientras que el Imprimatur “es la declaración oficial de la Iglesia Católica de que una obra literaria o similar está libre de error en materia de doctrina y moral católica, y por lo tanto se autoriza su lectura para los fieles; éste se otorga después del Nihil Obstat”.
En ese sentido, el P. Alcántara explicó que el Nihil Obstat se otorga luego que un especialista nombrado por el Obispo “estudia a profundidad el texto y determina si los contenidos son acordes con la doctrina universal de la Iglesia; en caso contrario, se hacen las observaciones correspondientes para que el autor realice las correcciones necesarias”.
Luego de las correcciones señaladas, “se otorga el Nihil Obstat, pidiendo al obispo, en el caso de la Arquidiócesis de México al Vicario General, que otorgue el Imprimatur (…). En las obras católicas, estos documentos aparecen en las primeras páginas”.
Además de los catecismos, estos sellos son necesarios para “cualquier otra obra que quiera ser fiel a la fe de la Iglesia, como devocionarios, libros de reflexión, de espiritualidad, de liturgia, de pastoral, de enseñanza bíblica, vidas de santos o cualquier otro género literario que tenga su base en la doctrina católica, su interpretación o enseñanza, y aquellos que conciernen a orientaciones sobre distintos aspectos de la ética o moral aplicadas a la vida cotidiana de los cristianos”.
La entrevista completa está en http://www.siame.mx/apps/aspxnsmn/templates/?a=8696&z=32