El Arzobispo de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, afirmó que el Año de la Fe es una oportunidad para despertar identidad bautismal y por ello pidió no dejarla pasar por negligencia o apego a la rutina.
En su mensaje por el Año de la Fe el 29 de septiembre, el Prelado advirtió que "existe en la actualidad una tendencia errónea a considerar la fe no como un conocimiento objetivo y cierto, sino como una emoción, un sentimiento, una vaga aspiración religiosa".
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"Según la Sagrada Escritura, en cambio, creer implica aceptar la manifestación que Dios hace de sí mismo, la revelación que se nos brinda plenamente en Jesucristo; su objeto principal son los misterios divinos que se resumen en el Credo, y cuanto la Iglesia nos propone como verdades reveladas por Dios", afirmó.
Por ello, invitó a participar de esta iniciativa convocada por el Papa Benedicto XVI para renovarse personal y pastoralmente, usando como recursos el Catecismo y los documentos del Concilio Vaticano II.
Además, señaló, el Año de la Fe "reclama de nosotros un compromiso de más oración, de búsqueda de una comprensión más profunda y amplia de las verdades que creemos y de un empeño misionero lúcido y fervoroso para comunicar la alegría de la fe".
"Las parroquias, los movimientos e instituciones de apostolado, deben ofrecer instancias sencillas y oportunas de estudio y asimilación de la verdad católica, ya que la fe, por su propio dinamismo, busca siempre entender más y mejor", añadió.
El Arzobispo de La Plata también llamó a un mayor compromiso laical "en los distintos ámbitos de la cultura y de la vida social".
En ese sentido, recordó que "el Año de la Fe se asocia espontáneamente a la temática que se abordará en la XIII Asamblea General del Sínodo de los Obispos, convocada para este mes de octubre: La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Los destinatarios de la nueva evangelización son en primer lugar los bautizados que no viven la fe y están alejados de la Iglesia".
Finalmente, instó a profundizar en la preparación a los sacramentos de iniciación cristiana, intensificar la presencia misionera especialmente en las zonas periféricas, evangelizar ambientes culturales y sociales. Dijo que los colegios católicos tienen una responsabilidad en este aspecto.