El Obispo de Ciudad Guayana (Venezuela), Mons. Mariano Parra, advirtió que unas cuatro congregaciones religiosas tendrían que irse del país si el Gobierno de Hugo Chávez no les renueva las visas a los religiosos extranjeros.
"Estamos teniendo un problema con las visas de los religiosos extranjeros. No se las conceden, lo cual les obliga a irse. En mi diócesis, por ejemplo, si esto no se arregla, hay cuatro comunidades de religiosas que se tendrán que marchar del país", señaló en una entrevista con la agencia católica de ayuda internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN).
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El Prelado reconoció los puntos positivos del actual Gobierno, como "la reintegración de los pobres en la vida del país". Sin embargo, lamentó la violencia juvenil, el desempleo y la corrupción. Asimismo, advirtió que con Chávez la Iglesia ha perdido "todo tipo de ayuda económica".
"Esto se hizo como orden concreta del Gobierno y a nivel económico, nos hizo mucho daño, porque la Iglesia en Venezuela estaba acostumbrada a recibir una buena ayuda del Estado, y cuando te quitan eso, te quedas pobre, muy pobre", indicó.
Sin embargo, Mons. Parra dijo que al final esto le ha hecho un bien a la Iglesia "porque así no dependemos del Estado, sino de nosotros mismo. Los fieles han de tomar conciencia de que somos nosotros, los católicos, los que debemos soportar nuestra Iglesia. Eso te hace libre, y a mí me hace feliz".
"Está claro que el tránsito desde la financiación del Estado hasta la autofinanciación es difícil, pero poco a poco se irá logrando. Mientras tanto vivimos de los donativos de los fieles y de las ayudas internacionales de instituciones como Ayuda a la Iglesia Necesitada, que siempre ha sabido responder a nuestras peticiones de ayuda", explicó.
Otro aspecto que Mons. Parra advirtió fue el intento del Gobierno de Chávez de dividir a la Iglesia. "Puedo decir que el Gobierno sí que ayuda digamos a los curas de base, e intenta que haya una división entre los párrocos y la jerarquía, pero no lo ha logrado más que en algunas ocasiones marginales que no suponen división alguna. En ese sentido han fracasado", afirmó.
Finalmente, advirtió que "la lucha electoral está muy reñida entre el presidente y el candidato (Henrique Capriles), y el resultado final se va a dirimir por una pequeña diferencia de votos que no sabemos cómo va a respetar la parte que pierda las elecciones".