El experto en hermenéutica del Concilio Vaticano II, Mons. Agostino Marchetto, pidió acercar especialmente a los jóvenes la riqueza del Concilio Vaticano II, para dar una respuesta al mundo en el nombre de Cristo y de su palabra.
El pasado 18 de septiembre, junto a diferentes vaticanistas y expertos conciliares, Mons. Marchetto participó en la presentación del libro “El futuro del Concilio, los documentos del Concilio Vaticano II, un tesoro por descubrir”. La obra fue coordinado por el periodista italiano Luca Rolandi, y escrita por diferentes estudiosos del Concilio, como Marco Tosatti, Mª Teresa Pontara, Andrea Tornielli, Luis Badilla, entre otros.
En entrevista con ACI Prensa, Mons. Marchetto, animó a desafiar a la sociedad secularizada de hoy día, acercando los valores y las bases del Vaticano II: “yo me doy cuenta de esta dificultad, especialmente con los jóvenes, siempre que encuentro a los jóvenes, procuro escuchar lo que dicen sobre el Vaticano II, y es un esfuerzo inmenso el que hay que hacer”, subrayó.
Este esfuerzo “es vital, porque el Vaticano II, fue la respuesta de la Iglesia en nombre de Cristo y de palabra del Señor en vista al bien universal. Y es un esfuerzo que hay que valorar, que hay que estudiar, que hay que aplicar, y que hay que vivir. Pero poniendo en el centro la Iglesia, por dentro y por fuera”, puntualizó.
Mons. Marchetto es Secretario Emérito del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, y anteriormente fue Nuncio Apostólico por más de 35 años en diversos países de África, entre otros continentes. En el año 2005 publicó el libro “El Concilio Vaticano II: Contrapunto para la historia”, y recientemente presentó "Las claves de Benedicto XVI para interpretar el Vaticano II”.
El Prelado, señaló que los tiempos de la Iglesia necesitan una sedimentación muy larga, y que el mensaje conciliar, continua siendo fundamental para la Iglesia actual y la del futuro, tal y como ocurrió con otros textos conciliares como el de Trento, que reformó la Iglesia –allá por el siglo XVI-, confirmando la doctrina acerca de los siete Sacramentos.
“Seguramente, 50 años para una persona, es una largo trozo de la historia de una vida, pero para un Concilio en cambio, es un poco menos, porque es como todos los concilios, hace falta mucho tiempo para conocer, profundizar, interpretar y recibirlos, y en esto tenemos que tener un poco de paciencia”, explicó.
“Pero la paciencia no quiere decir que crucemos nuestros brazos y que no hagamos nada, sino que estamos procurando hacer muchas cosas en vista de este aniversario. Hay toda una lista de acontecimientos, en los cuales yo también participaré, empezando por el Año de la Fe”, alentó.
En entrevista con ACI Prensa, Rolandi, coordinador del libro, señaló que el volumen, “no es un estudio teológico o histórico, sino sobre todo un trabajo divulgativo que permite a los jóvenes acercarse a este gran evento de la Iglesia Universal”.
Para Rolandi, el Concilio “fue un gran momento de libertad dentro de la Iglesia, porque el hecho de llevar a Roma Obispos de todo el mundo, que nunca se habían encontrado, y que tenían la necesidad de unirse junto y alrededor del Papa, orando todos juntos al mismo Padre, fue fundamental para entender lo necesario que era para la Iglesia, tener un momento de reflexión, de actualización, para partir de nuevo del testimonio del Evangelio”, y ése, “es el mensaje que la Iglesia aporta al hombre”, concluyó.