La agencia Fides informó este martes que 280 cristianos de la aldea de Rableh, en Siria occidental, permanecen secuestrados por bandas armadas de la zona, las que están esperando que llegue su jefe para tratar un posible rescate.
El primer secuestro ocurrió el lunes con 150 cristianos, entre obreros y campesinos, hombres, jóvenes y mujeres, que estaban a unos pocos kilómetros del pueblo, trabajando en los campos recogiendo manzanas.
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Abou Fadel, padre de una de las víctimas, dijo a Fides que escuchó disparos y metralletas, "así que fuimos a ver lo que estaba sucediendo". Vimos muchas camionetas y pick-ups que se llevaban a la gente. En los campos quedaban sólo las cajas con las manzanas recogidas".
El segundo rapto ocurrió hoy con 130 víctimas. Los rehenes han sido encerados en una escuela en el pueblo de Gousseh, mientras que los secuestradores han liberado a las mujeres que habían detenido con anterioridad.
La agencia indicó que en Rableh se vive con gran temor debido a que ayer, tres cristianos, que habían sido secuestrados en el pueblo de Said Naya hace unos días, fueron hallados muertos cerca a una carretera.
Un sacerdote, que pidió permanecer en el anonimato, dijo que "no se trata de una persecución, sino de una maniobra para extender la sospecha y la desconfianza e incitar a la guerra confesional".
Por su parte, el Patriarca greco-católico de Damasco, Gregorios III Laham, pidió a Dios por los secuestrados y llamó a las partes beligerantes a respetar "los derechos civiles y salven las vidas inocentes". Algunos líderes cristianos están tratando de contactar con instituciones locales e internacionales para pedir asistencia.