El Papa Benedicto XVI se reunió hoy por la mañana (hora local), en encuentros sucesivos y privados, con el presidente del Líbano, el presidente del Parlamento, el presidente del Consejo de Ministros y con los líderes musulmanes.
En su primer encuentro, aproximadamente a las 09:30 a.m., el Papa se dirigió al Palacio Presidencial de Baabda en donde realizó una visita de cortesía al Presidente de la República, Michel Sleiman, quien estuvo acompañado de su esposa.
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Luego del encuentro el Santo Padre saludó a la familia del Presidente y se intercambiaron obsequios. Se firmó el Libro de Oro y Benedicto XVI obsequió al mandatario una copia de la exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in Medio Oriente.
Benedicto XVI se reunió luego, en el Salón de los Embajadores del citado Palacio, con el Presidente del Parlamento, Nabih Berri, a quien también obsequió la exhortación apostólica.
En el mismo Salón, el Papa se reunió con el Presidente del Consejo de Ministros, Nagib Mikati, a quien también regaló el documento Ecclesia in Medio Oriente, fruto de la asamblea del Sínodo de los Obispos realizada en Roma en el año 2010.
Casi a las 11:00 a.m., el Santo Padre se reunió con los líderes de las comunidades musulmanas sunita, shiíta, drusa y alawita. Con el Papa estaban el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del Vaticano, el Patriarca de Antioquia de los Maronitas, Su Beatitud Béchara Boutros Raï; el Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, Cardenal Jean-Louis Tauran; y el Nuncio Apostólico en Líbano, Arzobispo Gabriele Giordano Caccia.
También a ellos el Papa regaló la exhortación apostólica Ecclesia in Medio Oriente.
Ayer, cuando firmó el documento en la Basílica de San Pablo, el Pontífice dijo que éste "quiere ayudar a cada discípulo del Señor a vivir plenamente y a transmitir realmente lo que él ha llegado a ser por el bautismo: un hijo de la luz, un ser iluminado por Dios, una nueva lámpara en la oscuridad inquietante del mundo, para que en las tinieblas resplandezca la luz".
"Este documento quiere contribuir a despojar a la fe de lo que la desfigura, de todo lo que puede oscurecer el esplendor de la luz de Cristo. La comunión es entonces una verdadera adhesión a Cristo, y el testimonio es un resplandor del Misterio pascual, que da pleno sentido a la cruz gloriosa. Nosotros seguimos y ‘predicamos a Cristo crucificado (…) fuerza de Dios y sabiduría de Dios’", afirmó.