El Papa Benedicto XVI explicó que los 10 Mandamientos de la Ley de Dios alientan en las personas la vivencia de la verdadera libertad y el verdadero amor para así alcanzar la auténtica felicidad.
Así lo indicó el Santo Padre en un video-mensaje proyectado el sábado en la Piazza del Popolo en Roma, en ocasión de la iniciativa "Diez plazas para diez mandamientos" promovida por el movimiento Renovación en el Espíritu Santo. Es una serie de encuentros de evangelización que tendrán lugar a lo largo del año en diversas ciudades italianas.
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En el mensaje el Papa se cuestiona: "¿Qué sentido tienen estas Diez Palabras, en el contexto cultural de hoy en el que el secularismo y el relativismo pueden llegar a ser los criterios de cada elección y en nuestra sociedad que parece vivir como si Dios no existiera? Nosotros respondemos que Dios nos dio los mandamientos para educarnos a la verdadera libertad y al verdadero amor, para que podamos ser verdaderamente felices".
Benedicto XVI señala además que los Mandamientos "son un signo del amor de Dios Padre; de su deseo de enseñarnos el correcto discernimiento entre el bien y del mal, entre lo verdadero y lo falso, entre lo justo y lo injusto".
Los Mandamientos de la Ley de Dios, precisa el Santo Padre, "son comprensibles para todos y, precisamente, porque fijan los valores fundamentales en normas y reglas concretas, cuando el ser humano las pone en práctica puede recorrer la senda de la verdadera libertad (...) que conduce a la vida y a felicidad".
Por el contrario, advierte el Pontífice, "cuando en su existencia, el ser humano ignora los mandamientos, no sólo se aleja de Dios y abandona la alianza con El: también se aleja de la vida y de la felicidad duradera".
"El hombre abandonado a sí mismo, indiferente a Dios, orgulloso de su autonomía absoluta, acaba por seguir a los ídolos del egoísmo, del poder, de la dominación, contaminando la relación consigo mismo y con los demás y recorriendo, no senderos de vida, sino de muerte".
Benedicto XVI afirma que "las tristes experiencias de la historia, especialmente del siglo pasado, son una advertencia a toda la humanidad (...) Jesús lleva a su plenitud el camino de los mandamientos con su Cruz y Resurrección; lleva a la superación radical del egoísmo, del pecado y la muerte, con el don de sí mismo por amor".
"Sólo la acogida del infinito amor de Dios, la confianza en Él, el seguir el camino que ha trazado, dan un significado profundo a la vida y abren un futuro de esperanza", concluye el video-mensaje del Papa.