La trasnacional abortista más grande del mundo, la International Planned Parenthood, expresó en una manifestación compuesta mayoritariamente por mujeres, su apoyo a la plataforma política del Partido Demócrata en Estados Unidos que promueve el aborto y las uniones gay.
La manifestación se realizó el pasado 4 de septiembre en los exteriores del NASCAR Hall of Fame en la ciudad de Charlotte, durante la Convención Nacional del Partido Demócrata.
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En el evento participó una mujer disfrazada como un contenedor de píldoras anticonceptivas, quien tenía a su cargo los cantos. También estuvo la directora ejecutiva de los Jóvenes Demócratas de América, quien se declaró una "perra (bitch) a favor de la elección" del aborto.
Aunque la manifestación no era parte oficial de la Convención Demócrata, muchas de las participantes vestían camisetas rosadas en las que expresaban su apoyo al presidente Barack Obama, miembro de ese partido.
Otra de las asistentes, la congresista de Wisconsin, Gewn Moore, dijo que los políticos pro-vida están tratando de "eliminar los derechos básicos de las mujeres" y quieren tener la "capacidad de controlar su destino".
En su opinión, los republicanos consideran que las mujeres "no son creadas igual" y no las incluyen cuando "hablan sobre la libertad o cosas relacionadas".
Para la congresista quienes se opone al aborto "miran radicalmente hacia atrás" y dijo que se debe estar alertas ante quienes quieren que las mujeres "anden descalzas y embarazadas".
La presidenta en Estados Unidos de Planned Parenthood, Cecile Richards, dijo a los asistentes que "estamos peleando por el derecho de las mujeres en este país a tener anticonceptivos".
Otra representante de la trasnacional abortista, la actriz Aisha Tyler, dijo a su turno que esto "no se trata del aborto" y alentó a que no permitan que el debate se centre en ese tema, obviando el hecho de que su organización posee la cadena de clínicas de abortos más grande del planeta.
Otras oradoras expresaron también su apoyo al mandato abortista de la administración Obama que obligará a las instituciones católicas a pagar seguros de salud que cubran el aborto, la esterilización y la anticoncepción, violando así la libertad religiosa y de consciencia.
El mandato ha sido tajantemente rechazado por los Obispos de Estados Unidos, quienes además han presentado junto a otras organizaciones católicas más de 40 demandas en todo el país para revertirlo.