El sacerdote Paolo Dall'Oglio, el sacerdote jesuita italiano expulsado de Siria en junio pasado por promover manifestaciones pacíficas a favor de la reconciliación, animó desde Roma a todos a participar en la Semana por la Solidaridad, unos días de oración por Siria e incluyó en las intenciones de esta cruzada el viaje del Papa Benedicto XVI a Líbano.
La Semana por la Solidaridad arrancó el 3 de septiembre desde la Sección Italiana de Religiones para la Paz en Roma, que hospeda la iniciativa del P. Dall’Oglio con una semana de ayuno, oración, reflexión y sensibilización para apoyar al pueblo sirio afectado por la guerra civil, así como reivindicar la democracia, dignidad y respeto de los derechos humanos en el país.
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En declaraciones a ACI Prensa, el P. Dall’Oglio señaló que Siria "está?sufriendo enormemente, pero la gente está?esperanzada".
"Quieren tener una Siria democrática en donde la voluntad de estar juntos no venga de fuera, sino que sea realmente una primavera desde dentro, del alma de la gente".
"Hemos tenido 40 años de dictadura totalitaria, un régimen totalitario con una profunda falta de respeto por los derechos humanos. Al mismo tiempo, la sociedad civil comenzó?a crecer en consciencia, necesidades y exigencias. Hasta ahora, la primavera árabe se dio como en el resto del mundo árabe, comenzó?con el cansancio del viejo régimen y la voluntad de realmente cambiar, así?que estos dos elementos convergieron", agregó.
El presbítero, quien además fundó la Comunidad Monástica de Deir Mar Musa (cerca de Damasco), donde se ayuda a la población civil en apuros, denunció el derramamiento de sangre que cada día se vive en las calles del país. "Mucha gente está perdida, hay mucha gente luchando por la libertad y la democracia que se ha perdido, muchos buenos y jóvenes. Es una tremenda tragedia y las relaciones sociales son más difíciles ahora que hace un año y medio", denunció.
A pesar de las circunstancias, para el P. Dall’Oglio, todavía queda esperanza. "La veo, en el hecho de que los sirios son muy apegados a su país, muy apegados al hecho de que son un país mosaico. La gente quiere conservar eso. Están comprometidos con el pluralismo y ceo que entienden hoy más que nunca que no deben pensar que es posible vivir con los musulmanes sin respeto, amor o consideración religiosa", dijo.
Durante la Semana por la Solidaridad, muchos sirios comprometidos con la democracia se reunirán en Roma para dar testimonio de los problemas de la guerra civil y la violencia. Se pondrá especial atención en las victimas: refugiados, desplazados, prisioneros, encarcelados, torturados, raptados, desaparecidos, mujeres y niños civiles, menores armados y obligados a participar en la represión.
El objetivo de estos días es sembrar la semilla de una solidaridad duradera para la reconciliación nacional, y la revitalización civil, social y psicológica de los jóvenes relacionados con el conflicto armado.
"No podemos vivir con otros sin una consideración religiosa o teológica del peso y el rol de estas personas en la historia de la salvación", dijo el P. Dall’Oglio. Por eso, "creo, como católico, que los musulmanes tienen el mismo problema: ¿cómo aceptar la presencia de los cristianos, de judíos en la región, como parte de su visión teológica?"
"Más que nunca, si no somos inclusivos, pero fieles a nuestra convicción, no podremos ser constructivos y positivos para el equilibrio por venir en nuestras sociedades", concluyó.