El joven cristiano Faisal Masih ha sido asesinado hace dos días en un tiroteo durante el ataque de un grupo extremista islámico al suburbio cristiano de Essa Nagri, en las afueras de Karachi en Pakistán.
Lo ha confirmado a Fides el Padre Mario Rodrígues, sacerdote de Karachi y Director de las Obras Misionales Pontificias en Pakistán. En el barrio, densamente poblado, hay unos 50 mil cristianos, en condiciones de extrema pobreza y con falta de servicios básicos.
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En el suburbio de Essa Nagri hay unas 15 iglesias de diversas confesiones y trabajan varias organizaciones no gubernamentales con proyectos de educación, apoyo social y económico a la comunidad.
Entre ellas, la Ong "Mission and Action for Social Services" (MASS), informó a Fides del último ataque contra la comunidad, que en los últimos meses ya se había visto sometida a terribles actos de violencia y abuso.
Después del ataque, que se ha producido la noche del 29 de agosto, un grupo de cristianos ha realizado una protesta pacífica, pero la policía intervino para dispersar a los manifestantes, disparando gas lacrimógeno e hiriendo gravemente al pastor Cornelius y a otro joven cristiano, Shahzad Riaz, que se encuentran en el hospital.
Como indica MASS, "la policía, en lugar de arrestar a los autores del atentado, ha detenido a decenas de manifestantes cristianos".
En Essa Nagri los cristianos son acosados por bandas criminales y grupos terroristas islámicos de etnia pashtun: armados hasta los dientes, los militantes que ingresan al distrito para recoger la "jizya", el impuesto que según la sharia, las minorías no musulmanas deben pagar, extorsionan a los comerciantes cristianos.
Los activistas de MASS denuncian desde hace tiempo los robos, la violencia y los abusos cometidos al amparo de algunos funcionarios de la Policía.
Los extremistas musulmanes asaltan las casas, roban y abusan de mujeres y niños por pura diversión. La población local está aterrorizada y los residentes, exasperados, han decidido formar su propia milicia de seguridad para defenderse.