Eduardo Cattaneo, presidente de la plataforma defensora de la familia Argentinos Alerta, advirtió que el maestro travesti autodenominado "Melisa", al que se le permitirá que continúe su enseñanza en primaria, ocasionará confusión entre los alumnos de la escuela donde labora.
En comunicación con ACI Prensa el 28 de agosto, Cattaneo expresó su "pena por la confusión a la que se somete a los niños en la escuela donde un 'maestro' que debería ser su ejemplo está tan confundido que se cree mujer".
Según informó el diario argentino Clarín, un docente llamado "José", con 22 años de experiencia en la enseñanza, decidió desde el 30 de julio de este año trabajar como "Melisa", convirtiéndose en el primer profesor travesti del país.
"Hace 8 años asumí lo que soy: una persona con genitales masculinos que se siente mujer. Por fin puedo dormir tranquila", señaló el docente al diario argentino.
El docente indicó que su cambio fue gradual, comenzando por usar uñas largas, se depiló las cejas y cambió su voz. También admitió que durante el proceso, algunos de los alumnos le increparon cosas como que "los hombres no usan las uñas largas".
Para el presidente de Argentinos Alerta, "habiendo tomado cuenta de la triste noticia publicada en 'Clarín' sobre un transexual de nombre 'José' y que ahora se hace llamar Melisa no podemos menos que manifestar pena e indignación".
Eduardo Cattaneo indicó que "más allá de cualquier consideración moral del asunto lo que queda claro es que la biología sólo puede encontrar en los humanos el sexo masculino y femenino. Toda persona que biológicamente, genéticamente, pertenezca a un sexo y se sienta de otro debería luchar por ajustar sus sentimientos a su verdadero sexo y no travestirse o mutilarse para reafirmar su confusión".
Conductas como la de este docente son permitidas por la ley argentina desde mayo de este año, en que fue admitida la posibilidad de que los ciudadanos rectifiquen en registros civiles su sexo, imagen y nombre de pila con el que fueron inscritos, si sienten que no coinciden con su "identidad de género autopercibida".
Sin embargo, para Cattaneo "la aberración legal que permite que un maestro cambie su ropa, su nombre y hasta su órganos sexuales no convierte este hecho en algo legítimo, considerado desde el derecho natural".