El Arzobispo de Nueva York y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Cardenal Timothy M. Dolan, explicó que su decisión de invitar al Presidente Barack Obama a una cena de caridad no es una muestra de respaldo ni un premio, sino que busca comprometer al mandatario con la defensa y promoción de los auténticos valores humanos.
El Purpurado señaló que la "invitación a la cena Al Smith no es un premio o una plataforma para exponer perspectivas contrarias a la Iglesia".
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En vez de ello, precisó, la cena "es una ocasión para conversar", diseñada para reunir a gente en una "noche de amistad, civilidad y patriotismo, para ayudar a los necesitados y no para respaldar a un candidato".
El 14 de agosto en su blog de la Arquidiócesis de Nueva York, el Cardenal respondió a las críticas que ha recibido por invitar al mandatario a la cena para recaudar fondos de la mencionada fundación. Con este acto el Arzobispo siguió una tradición de décadas de invitar a los dos candidatos, el demócrata y el republicano. Los voceros han señalado que ambos asistirán.
La decisión del Arzobispo generó críticas entre algunos católicos que consideran que esta decisión podría minar la intensa labor de los obispos para defender la libertad religiosa amenazas por la actual administración que ha impuesto un mandato abortista por el cual las instituciones católicas deben comprar seguros para sus empleados que incluyan la anticoncepción, la esterilización y fármacos abortivos.
A eso se suma el abierto apoyo de Obama al mal llamado "matrimonio" gay que también ha recibido fuertes críticas por parte de los católicos en Estados Unidos.
El Cardenal Dolan explicó que la cena lleva el nombre de Al Smith, el primer católico designado como candidato presidencial en 1928, y busca recaudar fondos para apoyar a madres y sus bebés, incluyendo los no nacidos.
El Purpurado se disculpó si es que su decisión ha generado escándalo, como algunos de sus críticos señalan, y reiteró que la presencia de los candidatos no es un respaldo. La invitación a Obama, dijo, fue "un caso de juicio prudente" basado en principios católicos.
Asimismo explicó que es mejor abrir las puertas del diálogo en vez de cerrarlas a aquellos con quienes uno no está de acuerdo, recordando la amabilidad con la que el Papa Benedicto XVI recibió al presidente Obama en una visita.
"Y con el ambiente actual, nosotros los obispos hemos sostenido que estamos abiertos al diálogo con la administración para tratar de resolver nuestras diferencias. ¿Qué mensaje enviaría si rechazara encontrarme con el presidente?"
El Cardenal hizo un pedido para que los fieles –ya sea que estén de acuerdo o no con su decisión– recen por él y sus hermanos obispos mientras trabajan para tomar decisiones difíciles.
Recordando luego que Cristo fue criticado por comer con pecadores, comentó que "si sólo me sentara con personas que están de acuerdo conmigo o con santos, estaría siempre comiendo solo".