El equipo femenino de voleibol junto a todo el comando técnico se unió de rodillas en la cancha para pronunciar un emocionante "Padre Nuestro" como agradecimiento por su victoria en la final de las Olimpiadas de Londres 2012.
El 11 de agosto el equipo brasileño logró su segunda medalla de oro consecutiva, al vencer por 3 sets a 1 a su similar de Estados Unidos. Es la segunda vez que el entrenador José Roberto Guimarães logra el título olímpico con esta selección, ya había logrado el campeonato en 1992 con el equipo masculino.
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En esta oportunidad y en agradecimiento a Dios había prometido recorrer el Camino de Santiago en España.
Luego de la victoria, las jugadoras y el equipo técnico se pusieron de rodillas y recitaron el Padre Nuestro. "Quiero agradecer a Dios (…) en nuestro equipo la base es la superación", dijo la atacante Jaque.
Guimarães por su parte agradeció a Dios y a su familia: "mi esposa hizo muchas promesas para mí, promesas que me toca ahora cumplir. Hoy mismo ella estuvo rezando en una iglesia durante tres horas. Y ahora me toca hacer el Camino de Santiago de nuevo con ella".
"Recé mucho, nunca recé tanto en mi vida. Nunca pedí tanto. Tengo ahora que cumplir mi promesa", dijo el entrenador al portal de noticias IG.
Tras señalar que al raparse la cabeza ya ha cumplido una de sus promesas, el entrenador afirmó en conferencia de prensa, que le "gustaría ser un gran escritor para narrar una historia linda como esta, pero no tengo la capacidad, creo que sólo un escritor grande podría escribir esta historia: ese fue Dios".