En sus palabras previas al rezo del Ángelus, junto a los peregrinos reunidos en su residencia de verano en Castel Gandolfo, el Papa Benedicto XVI señaló que Jesús es “el alimento que da la vida eterna”.
El Santo Padre subrayó que Jesús “es el Hijo unigénito de Dios, que está en el seno del Padre, venido para donar al hombre la vida en plenitud, para introducir al hombre en la vida misma de Dios”.
Al reflexionar sobre el pasaje del Evangelio de Juan que relata la multiplicación milagrosa de cinco panes y dos pescados, Benedicto XVI indicó que Cristo invitó a quienes se saciaron a “empeñarse por un alimento que permanece para la vida eterna”.
“Él quiere ayudarles a comprender el significado profundo del prodigio que ha obrado: en el saciar en manera milagrosa su hambre física, los predispone a recibir el anuncio que Él es el pan bajado del cielo que sacia de forma definitiva”.
El Papa recordó que “también el pueblo judío, durante el largo camino en el desierto, había probado un pan bajado del cielo, el maná, que lo había mantenido con vida, hasta la llegada a la tierra prometida. Ahora, Jesús habla de sí como del verdadero pan bajado del cielo, capaz de mantener con vida no por un momento o por un trecho del camino, sino para siempre”.
“En la mentalidad judía era claro que el verdadero pan del cielo, que nutría Israel, era la Ley, la palabra de Dios”, y Jesucristo al “manifestarse como el pan del cielo, testimonia ser la Palabra de Dios encarnada, a través de la cual el hombre puede hacer de la voluntad de Dios su comida, que orienta y sostiene su existencia”.
Benedicto XVI señaló que dudar actualmente de la divinidad de Jesús, como los judíos del relato evangélico de hoy, “significa oponerse a la obra de Dios”.
“Ellos afirman de hecho: ¡es el hijo de José! ¡Nosotros conocemos a su padre y a su madre! Ellos no van mas allá de sus orígenes terrenales, y por esto se niegan a acogerlo como la Palabra de Dios hecha carne”.
El Papa subrayó que “sólo quien es atraído por Dios Padre, quien lo escucha y se deja instruir por Él puede creer en Jesús, encontrarlo y nutrirse de Él para tener la vida en plenitud, la vida eterna”.