El Arzobispo de México (México), Cardenal Norberto Rivera, criticó la ideología de género y llamó a los mexicanos a evitar que Dios sea sacado de las familias, tal como ha sucedido en muchos otros campos de la vida cotidiana.
"Hemos sacado a Dios de muchos campos de la vida: la escuela, el deporte, los medios de comunicación, la política, la economía, aún, y es más peligroso, de la investigación a favor de la vida. ¡Cuidado! ¡No saquemos a Dios de la familia! Perdiendo el sentido de Dios, perdemos nuestra identidad como su imagen y semejanza", advirtió durante la Misa dominical.
En su homilía, el Purpurado defendió la diferencia y complementariedad que existe entre el hombre y la mujer, y que quieren ser anuladas por la ideología de género. "La diferencia corporal, llamada sexo, se minimiza y se considera un simple efecto de los condicionamientos socio-culturales. Se evidencia, así, como máximo, la dimensión estrictamente cultural, llamada género", señaló.
El Arzobispo dijo que "de ahí viene el cuestionamiento de la índole natural de la familia, compuesta por padre y madre, la equiparación de la homosexualidad a la heterosexualidad, la propuesta de una sexualidad polimorfa. Según esto, la naturaleza humana no lleva en sí misma características que se impondrían de manera absoluta: toda persona podría o debería configurarse según sus propios deseos, libre de toda predeterminación biológica".
Ante ello, el Cardenal Rivera llamó a "redescubrir la dignidad común del hombre y la mujer, en el reconocimiento mutuo y la colaboración".
"El ser humano es una persona, de igual manera el hombre y la mujer. Están en relación recíproca. El cuerpo humano, marcado por el sello de la masculinidad o la feminidad, está llamado a existir en la comunión y en el don recíproco. Por esto el matrimonio es la primera y fundamental dimensión de esta vocación. Si bien trastornadas y obscurecidas por el pecado, estas disposiciones originarias del Creador no podrán ser nunca anuladas", afirmó.