El nuevo embajador de España anta la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga, afirmó que actualmente, la labor de Cáritas España, es primordial para apoyar a las familias en apuros que afectadas por la crisis económica, han perdido sus trabajos o se encuentran bajo el umbral de la pobreza.
En entrevista con ACI Prensa el 27 de julio en Roma, Buruaga explicó que la labor de Cáritas, “está siendo fundamental para aligerar los efectos tan negativos que la crisis económica está teniendo lugar en muchas familias españolas”.
Según informó la Conferencia Episcopal Española el pasado mayo, la Iglesia Católica en España le ahorra al Estado más de 5.435 millones de dólares (4.399 millones de euros aproximadamente), tomando en cuenta para ese cálculo solamente los datos del Ministerio de Educación.
El estado “sabe que el número de personas necesitadas ha aumentado mucho y de manera dramática en los últimos tiempos y valora especialmente que Cáritas esté ahí, ayudando a las familias que lo están pasando muy mal en estos momentos”.
Además, según informó Cáritas España el pasado abril, el año pasado la Iglesia invirtió 27 millones de euros en programas de empleo ofrecidos gratuitamente a más de 80 mil personas en el país. A través de ellos, hasta más de 13 mil personas accedieron a un puesto de trabajo, y en ese mismo año, los servicios de acogida, información y orientación laboral, atendieron a más de 58 mil personas.
Estas familias “han visto como sus puestos de trabajo se han perdido y como su nivel de vida en consecuencia ha disminuido, y tienen que recurrir a ese extremo que es ir a los comedores de Cáritas para poder comer”, agregó Buruaga.
El embajador presentó el pasado lunes 18 de junio sus cartas credenciales al Papa Benedicto XVI, en reemplazo de María Jesús Figa López-Palop.
Durante el encuentro, el Santo Padre “expresó su profundo afecto por los españoles, el recuerdo magnífico que tiene de sus por ahora, tres visitas a España”, y su “su preocupación por la situación económica y social española, manifestando su cercanía en todo momento con los españoles en estos tiempos difíciles”.
El diplomático también expresó que el Santo Padre, en su visita durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Madrid 2011, colmó de esperanza a los jóvenes del país, y el evento “fue un éxito total, desde todos los puntos de vista”.
“En el difícil momento que atraviesa gran parte de la juventud española –señaló-, no podemos olvidar que un 50 por ciento de los jóvenes está en paro, la visita del Papa, le dio a la juventud lo que más falta les hace, que es esperanza, y un espíritu de lucha para seguir adelante y superar las dificultades actuales”.
“Obviamente esto tiene que ir acompañado de un panorama económico más saneado, pero el enfoque espiritual en estos momentos, también es muy positivo”.
Al ser preguntado por la crisis de valores que vive el país, el diplomático, que conoce bien los escritos de Benedicto XVI, recordó la Encíclica Cáritas in veritate, en la que consideró que se resaltan muy bien los puntos principales que deben respetarse para un correcto desarrollo económico.
“La persona debe estar en el centro de la vida social, y de unos principios y valores de solidaridad, de esfuerzo, de generosidad, de laboriosidad, de entrega, y de responsabilidad social en el trabajo tienen que estar presentes a todos los niveles desde el trabajador de a pie, hasta el empresario, para salir hacia adelante de esta crisis”, dijo.
Finalmente indicó que en estos momentos espera que el fruto de su trabajo “sea un estrechamiento aún mayor si cabe a todos los niveles, y especialmente, teniendo en cuenta que en el ámbito internacional España y la Santa Sede. Son dos estados, dos actores globales, con posiciones comunes en muchos temas”.
La embajada de España ante la Santa Sede es la Misión Diplomática permanente más antigua del mundo. Se sitúa en el corazón de Roma, y es una de las sedes más emblemáticas de la diplomacia española.
El primer embajador de España ante la Santa Sede fue Don Gonzalo de Beteta, enviado a Roma por los Reyes Católicos hacia el año 1480. Hasta hoy, se han sucedido ininterrumpidamente hasta de 153 embajadores que testimonian la importancia que España ha dado siempre ante la Santa Sede, y la intensidad de los vínculos que han existido siempre entre el Vaticano y España.