El jurista Gregorio Peces-Barba, el ideólogo anticatólico del Partido Socialista Español (PSOE) y autor intelectual de la controvertida asignatura de Educación para la Ciudadanía creada para adoctrinar a los niños y jóvenes de España, falleció el pasado 24 de julio a los 74 años de edad a causa de una insuficiencia renal complicada con otra cardiaca.
Peces Barba, expresidente del Congreso y uno de los "padres" de la Constitución española, recibió a principios de este mes el doctorado honoris causa de la ex PUCP, prohibida a través de un decreto del Vaticano del 20 de julio para usar los títulos de "Pontificia" y "Católica".
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El encargado de otorgar el premio fue el rector emérito de la mencionada universidad peruana, Salomón Lerner Febres, quien viajó a España para entregarle oficialmente los pergaminos y la medalla del título al rector de la Universidad Carlos III de Madrid, debido a que Peces Barba no pudo asistir a la ceremonia por sus problemas de salud.
Gregorio Peces Barba se caracterizó en sus escritos por su anticatolicismo. Prueba de ello son sus variados artículos como el publicado en el diario español El País en abril de 2011, en el que lamentaba la poca firmeza del gobierno de Zapatero con la Iglesia y los fieles católicos, pues en su opinión, "cuanto más se les consiente y se les soporta, peor responden. Solo entienden del palo y de la separación de los campos".
Para Peces Barba, el laicismo en Europa coexiste "con una Iglesia Católica que vuelve por sus fueros y por su prepotencia desde Juan Pablo II hasta el Papa actual".
"En cuanto se les presenta la ocasión, como en estas elecciones autonómicas, dicen que no se puede votar a partidos que apoyan el divorcio, el aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo", añadía.
También pedía al gobierno del PSOE que tomara dos medidas: "derogación de los acuerdos con la Santa Sede y supresión de la enseñanza reglada de la religión".
En el año 2008, al cumplirse 30 años de la Constitución española, Peces Barba concedió una entrevista al diario ABC, en la que al ser preguntado sobre aquello que quitaría del texto constitucional, dijo que "yo hubiera quitado la referencia expresa a la Iglesia Católica en el artículo 16 que era innecesaria" para seguir promoviendo el laicismo y "acusaba" a los obispos de "aferrarse" a ella.
También en agosto de 2007, el ideólogo español publicó un artículo en el diario El País en el que amenazaba a la Iglesia con "sufrir las consecuencias" si seguía criticando la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC).
Esta asignatura obligatoria fue impuesta por el gobierno socialista español en 2006. Promovía el laicismo, la ideología gay y de género, así como el aborto. Violentaba el derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo a sus convicciones.
En la columna titulada "En torno a la Educación para la Ciudadanía", Peces Barba atacaba a los miles de padres de familia que se opusieron con firmeza a la asignatura durante varios años, a quienes consideraba de "una arrogancia extrema, una sensación de impunidad y un insufrible sentido de superioridad, derivada de que administran ‘verdades superiores’".
De los obispos españoles decía que "su modelo es Irán donde el islamismo, la religión manda sobre las autoridades y sobre el propio presidente de la República y donde la pena de muerte no solo está vigente sino que se aplica con abundancia. Naturalmente sin aceptar el islamismo, es imposible seguir su modelo en los contenidos, aunque sí les gustaría poder aplicar sus formas".
El doctorado honoris causa entregado a Peces Barba se dio solo algunos días antes de que la asamblea universitaria de la ex PUCP, liderada por el rector Marcial Rubio Correa, "deplorara" el decreto del Vaticano con la prohibición para usar los títulos de "Pontificia" y "Católica", al tiempo que reiteraban su "compromiso" con los valores católicos.
Al respecto, el Padre Luis Gapar, experto en derecho canónico y miembro del tribunal eclesiástico en Perú, cuestionó: "¿deplora al Santo Padre? Esa es mi pregunta. Él es quien da este mandato. Deplorar al Santo Padre es como llamar a la desobediencia a una indicación de la más alta autoridad eclesial".
El sacerdote dijo luego, en referencia a las autoridades de la ex PUCP, que "no sé de qué tipo de católicos estamos hablando, de qué tipo de universidad católica estamos hablando si este tipo de pronunciamientos lleva a romper un diálogo, un vínculo con la autoridad eclesiástica".