El responsable de comunicación de Cáritas Internationalis, Ryan Worms, denunció desde Roma la situación en la zona africana del Sahel, donde 18 millones de personas se enfrentan al hambre cada día, y animó a los católicos a seguir aportando su ayuda para ayudar a la región.
En una entrevista concedida a ACI Prensa, Worms explicó que aunque el trabajo de Cáritas es muy apreciado por los habitantes de la región, debemos continuar ayudando porque “para los católicos, todos somos hermanos y hermanas, no importa el país, no importa la religión, ni tampoco el color de la piel”.
“Cuando uno sufre, tenemos que ayudar, entonces tenemos que ayudar porque esa gente sufre de verdad. Imagínese el dolor de una madre, de no saber cada mañana, si va a poder dar de comer algo a su hijo, eso es un sufrimiento que uno no puede tolerar, entonces, hay que ser solidarios con estas poblaciones”.
La situación en el Sahel es alarmante, este cinturón de tierras al sur del desierto del Sáhara, sufre una disminución significativa de los recursos alimentarios debido a la falta de lluvia y al constante avance del desierto.
Burkina Faso, Camerún, Chad, Gambia, Mauritania, Malí, Níger, Nigeria y Senegal, son algunos de los países donde Cáritas está desarrollando una gran labor alimentando y promoviendo el auto sostenimiento de un total de 700 mil personas, “aunque todavía queda mucho por hacer”, recuerda Worms.
Además, la ONU advirtió la semana pasada que un brote de cólera agrava todavía más la insostenible situación de la población infantil y los refugiados que huyen de la violencia y la inestabilidad política en Mali.
Según datos de UNICEF, el brote de cólera ha matado a casi 700 personas en África occidental y central y se han diagnosticado más de 29.000 casos. Sólo en una semana, se detectaron en el norte de Mali 34 casos de cólera, muchos de ellos niños, de los cuales dos fallecieron, alertó Unicef.
Desde mediados de junio, se disparó el número de personas afectadas por esta enfermedad en la zona, especialmente en las regiones de Níger, donde el Ministerio de Salud informó que casi se ha triplicado el número de enfermos en el primer semestre de 2012 en comparación con el año pasado.
Otro problema adicional es la llegada de la estación de lluvias, que deterioró gravemente los accesos a los campos de refugiados, especialmente en Níger y Burkina Faso.
Worms explicó que “Cáritas hoy día está ofreciendo ayuda a 700 mil personas en la región, pero por supuesto, se necesita más ayuda”.
“Al día de hoy, los católicos ya entregaron 11 millones de dólares para ayudar a la población, pero se necesita mucho más. Así que la mejor forma de ayudar es de tomar contacto con su Cáritas internacional y ver como se puede dar una donación para la crisis en el Sahel”, animó.
El vocero de Cáritas Internationalis explicó que el trabajo de la organización es muy bien acogido por los habitantes de la región, “es muy importante, según mi experiencia en Nigeria -un país de mayoría musulmana-, a todos los pueblos a los que fuimos nos dijeron ‘Cáritas está siempre a nuestro lado, siempre nos acompaña, no es solo de un momento, vamos ahí, les vamos a entregar comida y ya nos vamos, no. Es un gran trabajo’”.
Cáritas “tiene voluntarios, profesionales que están siempre al lado de las poblaciones, y tienen una relación de mucha confianza con esa población, y por tanto, una aceptación muy grande”, por eso la solidaridad de los católicos “es algo sumamente importante”.
El trabajo de Cáritas en el Sahel, consiste en primer lugar en alimentar a los que más lo necesitan, los niños de 5 años y sus madres. Para ello, ponen a disposición de los habitantes centros alimentarios donde los niños desnutridos pueden acudir y tener un seguimiento. Además, las madres también reciben alimentación con el fin de conseguir que produzcan la leche que necesitan para sus bebes.
También se lleva a cabo una campaña de entrega de semillas autóctonas a los campesinos locales, donde los campesinos que no tienen nada pueden ir a buscar semillas para poder sembrar especialmente ahora que está llegando la temporada de lluvias.
Otros ejemplos de programas que desarrollan en Cáritas son el llamado ‘Comida’ o ‘Dinero para Trabajo’, es decir, hacer obras para recuperar los suelos, como son los sistemas de irrigación para recuperar el agua de lluvia. A cambio de ese trabajo, Cáritas entrega a dinero a los trabajadores si hay comida disponible en los mercados locales, y en caso de no haberla, directamente entrega el alimento.
“La fase en la que estamos ahora –continuó Worms-, es la distribución gratuita de comida, porque los campesinos que van a empezar a trabajar en los campos necesitan comer bien para tener fuerza para ir a trabajar. Entonces ahí hacemos entrega directa de comida”.
“Cuando vemos poblaciones como en la región del Sahel, que sufren tanto, no podemos ser indiferentes y no estar presentes en el terreno”, concluyó.