Un obrero cristiano, de 26 años, fue asesinado de manera brutal por un extremista musulmán y terrateniente para el que trabajaba en la ciudad de Kot Ghulam Muhammad, en la provincia de Sindh (Pakistán).
La agencia vaticana Fides informó que Shera Masih, el obrero, fue atado a un auto y arrastrado, y luego rematado con disparos de pistola. Su cuerpo fue abandonado y la policía recién llegó después de cuatro horas de su fallecimiento.
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Pese a que los padres de la víctima presentaron una denuncia contra el empresario, Kachhelo Faisal, la policía detuvo a uno de sus guardias, un hombre inocente, en su lugar para tratar de encubrirlo, ya que tiene relaciones amicales con parlamentarios, políticos y funcionarios que lo están ayudando.
Ante ello, los parientes de Masih y otros cristianos bloquearon una carretera principal de la ciudad por varias horas para exigir justicia y que se detenga al verdadero asesino.
Fuentes de Fides destacaron que este hecho es un indicador de la condición de las minorías religiosas, cristianos e hindúes, en Sindh.
Se indicó también que Faisal tiene a su cargo varios trabajadores hindúes y cristianos que sufren la discriminación y humillación por no ser musulmanes.