Mons. Thaddeus Ma Daqin, recientemente ordenado Obispo Auxiliar de Shanghai (China) con el correspondiente permiso del Papa, fue aislado por el gobierno del país asiático luego que él anunciara que dejará su cargo oficialista, desafiando el control que éste mantiene sobre el clero católico local.
La detención del Prelado se produjo poco después de que informara de su renuncia, al final de su Misa de ordenación, el pasado sábado 7 de julio.
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Según informa UCAnews, Mons. Ma Daqin no apareció en la Misa del domingo 8 de julio, en la Catedral de San Ignacio, en Shanghai, en un traslado que habría sido ordenado por las autoridades encargadas de supervisar la vida religiosa en esa ciudad.
Luego de ser ordenado, el Obispo anunció que dejaría sus responsabilidades como vicepresidente de la Asociación Católica Patriótica China (ACPC) en Shanghai y miembro del comité permanente de la ACPC a nivel nacional.
"Tras la ordenación de hoy, dedicaré todos mis esfuerzos al ministerio episcopal. Es un inconveniente para mí seguir sirviendo en el puesto en la ACPC".
Las cerca de mil personas que asistieron a la ceremonia en la Catedral de San Ignacio respondieron a las palabras de Mons. Ma Daqin con un prolongado e intenso aplauso.
Una de las personas que asistió a la ordenación afirmó que el Obispo "debió tener mucho valor para hablar así frente a tantas autoridades del gobierno. Estas palabras no fueron dichas para los católicos, sino para las autoridades".
Mons. Ma Daqin remarcó en sus palabras que fue ordenado como Obispo auxiliar, tal como lo indicó la Santa Sede, a pesar de que el gobierno chino lo reconoció como Obispo coadjutor.
El Prelado lamentó que "debido a razones especiales, muchos sacerdotes diocesanos y monjas no han venido. Los amo tanto. Ustedes son mi fuerza".
Alrededor de 30 sacerdotes concelebraron la Misa de Ordenación de Mons. Ma Daqin. Algunos de los presbíteros que no participaron en la ordenación, se mostraron gratamente sorprendidos por las palabras de Mons. Thaddeus Ma Daqin, y porque el Obispo Vincent Zhan Silu, ordenado ilícitamente, decidiera no imponer sus manos sobre él.
Para uno de los sacerdotes, lo hecho por el Obispo Ma Daqin "es bastante bueno. Al menos no decepciona a los sacerdotes que no vinieron hoy".
Según diversas fuentes, al menos dos sacerdotes fueron impedidos de participar en la ordenación, por el temor de las autoridades a que perturbaran la ceremonia.
La ordenación legítima y lícita de Mons. Ma Daqin contrasta con la ordenación sin mandato pontificio del sacerdote Joseph Yue Fusheng, ocurrida el pasado viernes 6 de julio en Harabin, provincia de Heilongjang en China. En un comunicado dado a conocer hoy la Santa Sede explica que debido a este acto realizado sin mandato del Papa, el presbítero ha incurrido en excomunión.
Tambièn se explicó que la Santa Sede no lo reconoce a Yue Fusheng como obispo de la administración apostólica de Harbin, y él además está privado de autoridad para gobernar a los sacerdotes y a la comunidad católica en la provincia de Heilongjiang.
China permite el culto católico únicamente a la Asociación Patriótica Católica China, subalterna del Partido Comunista de China, y rechaza la autoridad del Vaticano para nombrar obispos o gobernarlos. La Iglesia Católica fiel al Papa no es completamente clandestina; aunque es asediada constantemente.
Las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano se rompieron en 1951, dos años después de la llegada al poder de los comunistas que expulsaron a los clérigos extranjeros.