La Comisión de Drogadependencia de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), presidida por Mons. Jorge Lozano, consideró imprescindible atender a los drogadictos y defenderlos de una sociedad que favorece el consumo de drogas.
En su reflexión titulada "Todos cerca de los más pobres", la Comisión pidió el 26 de junio orientar la lucha contra las adicciones "no a cuestiones penales ni a la sola idea de despenalizar el consumo de estupefacientes, sino a la verdadera atención de los que sufren la enfermedad".
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En ese sentido, alentó a la sociedad a desarrollar condiciones de vida dignas para niños y adolescentes, para así alejarlos de la esclavitud de la drogodependencia.
"La droga es nociva y siempre provoca daño a la salud, pero golpea con mayor dureza a los más débiles", recordó.
Asimismo, indicó que la Iglesia en Argentina no aboga porque el adicto sea criminalizado, sino que se preocupa porque se le brinden "posibilidades concretas de recuperación". De lo contrario, advirtió, "el que es pobre termina robando o prostituyéndose o mendigando para comprar la sustancia, y ninguna de esas alternativas se corresponden a su dignidad y terminan irremediablemente afectando a terceros".
"Ante la ausencia o la distracción voluntaria del Estado, nosotros seguimos allí (…) Las capillas y otras instituciones (de la Iglesia) están junto a los pobres, batallando contra el drama que produce la droga", concluyó.