El Senado de Paraguay destituyó este viernes a Fernando Lugo del cargo de Presidente de la Nación "por mal desempeño de sus funciones", luego que el 15 de junio un choque entre policías y campesinos dejaran 17 muertos.
Ese día, seis policías y once campesinos murieron durante el desalojo de una propiedad rural en el noreste de Paraguay, lo que provocó la renuncia del ministro del Interior, Carlos Filizzola, y del comandante de la Policía Nacional, Paulino Rojas.
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Aunque Lugo intentó calmar la crisis política a través de una comisión investigadora, esto no evitó que la Cámara de Diputados aprobara iniciar un proceso de juicio político por su responsabilidad en el enfrentamiento entre policías y campesinos.
El Senado, encargado de realizar el juicio, convocó a sesión extraordinaria. Luego del debate se decidió retirar a Fernando Lugo del cargo de Presidente de la República.
Si bien las Fuerzas Armadas anunciaron que respetarán el orden institucional y democrático, fuera del Congreso centenares de personas se enfrentaron a la Policía en rechazo a la decisión del Parlamento.
Un día antes, la Conferencia Episcopal Paraguaya había publicado un comunicado llamando "a los líderes políticos, a las organizaciones sociales, a los gremios y a la ciudadanía a mantener la calma, la serenidad y a evitar todo tipo de enfrentamientos y de violencia que pongan en riesgo la integridad y la vida de las personas".
Perdió el estado clerical
Como se recuerda, el 30 de julio de 2008 la Santa Sede anunció la pérdida del estado clerical del exobispo y entonces Presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo. Por lo que su destitución de este cargo por parte del Congreso no significa que vaya a retomar las labores de un pastor de la Iglesia, tal como estaban especulando medios de prensa.
En el comunicado del 2008, firmado por el entonces Prefecto de la Congregación para los Obispos, Cardenal Giovanni Batista Re, se informó que Lugo –Obispo Emérito de San Pedro-, había solicitado el 18 de diciembre de 2006 "la pérdida del estado clerical para presentarse a las elecciones a la Presidencia de la República del Paraguay".
"La Santa Sede, después de haber intentado disuadir a Mons. Fernando Lugo para que no se presentase como candidato a la Presidencia de la República, lo ha suspendido del ejercicio del ministerio sacerdotal", indicó el texto.
Asimismo, advirtió que el cargo "de Presidente de la República del Paraguay no es compatible con las obligaciones del ministerio episcopal y del estado clerical".
Por ello, luego de un cuidadoso examen, el Papa Benedicto XVI le concedió a Lugo la "pérdida del estado clerical, con la consiguiente pérdida de los derechos inherentes al mismo, dispensándolo al mismo tiempo de los votos religiosos hechos en la Sociedad del Verbo Divino, de la obligación del celibato y de las demás obligaciones que el estado clerical comporta".
Al finalizar el comunicado, la Nunciatura en Paraguay confirmó entonces que "la actuación eclesial en el caso del Señor Fernando Lugo se ha debido exclusivamente a razones canónicas y pastorales".