Extremistas musulmanes tomaron este martes las calles de Kaduna (Nigeria) e incendiaron una iglesia, luego de generar disturbios con quemas de llantas y disparos con fusiles AK-47.
En información recogida por la agencia Reuters, un testigo dijo que los extremistas "han salido a las calles, han quemado neumáticos y han disparado. Han incendiado una iglesia". El hombre, de nombre Suleiman, indicó que se vio atrapado en medio de la multitud mientras intentaba regresar a su casa.
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Este nuevo atentado ocurre dos días después que la secta musulmana Boko Haram atacara la Catedral de Cristo Rey, la iglesia de Shalom y la iglesia evangélica de la Buena Nueva, dejando 34 muertos y aproximadamente 150 heridos.
En un comunicado recogido este lunes por CNN, la secta dijo que los ataques son una represalia contra los cristianos. "Hacedles saber que es tiempo de venganza. A partir de ahora, o siguen la religión correcta o no habrá paz para ellos", amenazó el grupo extremista.
Ayer lunes el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, criticó duramente los ataques a los templos cristianos. "Son horribles e inaceptables los atentados contra varias iglesias cristianas en Nigeria, en los que murieron decenas de personas", declaró a la prensa italiana.
El sacerdote pidió a la comunidad internacional urgentes "acciones eficaces contra el terrorismo" porque la violencia puede aumentar no sólo hacia los cristianos, sino contra "una numerosa población deseosa de una convivencia pacífica".