El P. Federico Lombardi, Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, pidió que, ante la incesante violencia en ese país, que ya habría cobrado la vida de más de 16,000 personas, “no olvidemos ni abandonemos a Siria”.
En su editorial “Octava Dies”, el P. Lombardi señaló que “para los creyentes es tiempo de compasión, de oración, de socorro a los que sufren en la medida de lo posible, de invitación y de apoyo a las iniciativas de diálogo a todo nivel, vislumbre de esperanza”.
El P. Lombardi lamentó que “de diversas localidades de Siria siguen llegando cada día noticias de una masacre de personas inocentes de todas las edades y credos religiosos, con un crescendo cada vez mayor desde hace ya, al menos, quince meses”.
“No obstante los repetidos llamamientos del Papa, así como de tantos líderes religiosos y civiles, la comunidad internacional parece hasta ahora incapaz de actuar eficazmente”.
El Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede indicó que Siria era un país caracterizado por una serena convivencia entre musulmanes y cristianos, y recordó el “bellísimo” viaje que sostuvo el Papa Juan Pablo II a ese país en 2001.
En su editorial, el P. Lombardi señaló que “las expectativas de libertad y de mayor participación en la vida política presentes en tantos jóvenes sirios como en otros países implicados en el viento de cambio de la región no han sido debidamente escuchadas por parte de los gobernantes, mientras en el campo de los opositores se han sumado y han tomado su lugar componentes violentos”.
“¿Hasta cuándo, entonces, la dinámica de la violencia seguirá creciendo y la gente seguirá muriendo y huyendo de sus casas?”, cuestionó.