El consejo directivo de la Leadership Conference of Women Religious (LCWR) en Estados Unidos alegó que la investigación realizada por el Vaticano a esta organización –que se muestra abiertamente permisiva ante temas contrarios a la doctrina católica como el aborto y el feminismo radical– fue realizada "sobre la base de acusaciones sin fundamento y fue el resultado de un proceso defectuoso falto de transparencia".
En una declaración dada a conocer el 1 de junio, las religiosas señalaron que "las sanciones impuestas (por el Vaticano) fueron desproporcionadas a las preocupaciones que originaron" y podrían comprometer "la capacidad de (las hermanas) de cumplir con su misión".
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La declaración se dio al final de la reunión del consejo directivo de la LCWR reunido en Washington entre el 29 y 31 de mayo para responder a un informe de hace unas semanas de la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano.
El 18 de abril el mencionado dicasterio reveló los resultados de una investigación de varios años a la LCWR, en la que encontraron "serios problemas doctrinales" y una significativa necesidad de reforma.
En el documento se expresa la preocupación sobre "algunos temas del feminismo radical incompatibles con la fe católica" que estuvieron presentes en algunos eventos promovidos por la conferencia de religiosas.
Asimismo se refiere a la falta de una adecuada formación doctrinal ofrecida por la LCWR, así como a cartas de la organización en las que se sugiere el "disenso corporativo" respecto a las enseñanzas de la Iglesia en temas como la ordenación sacerdotal y la homosexualidad.
Además, si bien la organización promueve muchas acciones sociales, al mismo tiempo ignora los temas de defensa de la vida, el matrimonio y la sexualidad, que han estado en diversos debates actuales como el aborto, la eutanasia y el mal llamado "matrimonio" gay.
Para renovar a la LCWR, el Vaticano nombró al Arzobispo de Seattle, Mons. Peter Sartain, para que acompañe a la organización por un lapso de 5 años.
La directora ejecutiva y la presidenta de la organización viajarán a Roma el 12 de junio para conversar con el Cardenal William Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y Mons. Sartain.
Con algo más de 1500 miembros, la LCWR constituye el 3 por ciento de las 57 mil religiosas de Estados Unidos. Sin embargo el grupo afirma que representa al 80 por ciento de las mismas dado que sus miembros dirigen diversas comunidades. El promedio de edad de las mismas es de 74 años.
Ann Carey, autora del libro "Sisters in Crisis: The Tragic Unraveling of Women's Religious Communities" (Hermanas en crisis: la trágica maraña de las comunidades religiosas de mujeres, 1997), dijo a ACI Prensa que los problemas de la LCWR existen desde hace 40 años, cuando el Vaticano dispuso revisar sus estatutos.
En su opinión, quienes pertenecen a la organización han mostrado una clara voluntad de "cambiar la naturaleza de la vida religiosa" y abandonar algunos de sus elementos esenciales como la vida comunitaria, la oración y el apostolado comunitario.
Asimismo indicó que este carácter disidente de la LCWR hizo que muchas religiosas dejaran la organización y fundaran un grupo alternativo, el Consejo de Superioras Mayores de Religiosas Mujeres, que se adhiere a los elementos esenciales de la vida religiosa y atrae a una gran cantidad de vocaciones.