La Conferencia del Episcopado Dominicano denunció una serie de "horrores" sufridos por los migrantes en el continente americano, tras concluir el V Encuentro Regional de la Pastoral de la Movilidad Humana sobre el Tema la Problemática Migratoria realizada en República Dominicana del 28 al 30 de mayo.
El V Encuentro Regional concluyó con un comunicado que señala que "la pobreza obliga a miles de personas a emigrar y buscar fuera de su país el pan de cada día. Mientras esta causa estructural no sea resuelta, aunque las leyes migratorias se endurezcan el flujo migratorio continuará con las consecuencias que repetidamente han sido señaladas".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Los obispos denuncian además que los migrantes de América Central que cruzan México para llegar a Estados Unidos "enfrentan terribles sufrimientos no solo de traficantes y falsos guías, sino también por los crecientes abusos cometidos por los diferentes grupos del crimen organizado en complicidad con policías y funcionarios públicos que ponen en riesgo la seguridad y la vida".
"Desde Centro América y en todo México los miembros del crimen organizado hacen presa a los migrantes especialmente con el delito de secuestro para extorsionar a sus familias".
"Cuando estas personas migrantes se niegan a colaborar o no proporcionan la cantidad de la extorsión, son brutalmente torturados y asesinados, como lo demuestran los acontecimientos de la masacre de los 72 migrantes asesinados en San Fernando Tamaulipas, el hallazgo de los cientos de cadáveres en las fosas clandestinas y última masacre de 49 personas sacrificadas en Cadereyta, Nuevo León".
"A estos delitos se une también el aumento permanente en la región de la trata de seres humanos tanto sexual como laboral, que someten a esta esclavitud principalmente a niñas, niños y mujeres y con ello obtienen criminales ganancias".
Los obispos también señalan su preocupación por "la situación migratoria de niños y niñas no acompañadas, separados de sus familias" así como el drástico aumento en las deportaciones desde Estados Unidos y México, que ha llevado a una mayor separación de las familias".
Los obispos también señalan que el actual gobierno de los Estados Unidos "ha ampliado el papel del Estado en la aplicación de las leyes de inmigración, que conduce a abusos en los derechos fundamentales".
Además, "leyes estatales injustas, como las de Arizona y Alabama, producto del miedo a la presencia de los migrantes, inducen a la xenofobia y atentan contra el derecho de la iglesia a servir a los migrantes".
El documento también denuncia el sufrimiento de los inmigrantes haitianos en República Dominicana.
Sin embargo, "en medio de este panorama de dolor y sufrimiento, agradecemos a Dios innumerables gestos y acciones de solidaridad expresados en la atención dada a los migrantes en las casas de acogida, en las iniciativas de apoyo, en el acompañamiento a las personas migrantes, en los esfuerzos de incidir para lograr leyes migratorias más justas".
Los obispos se comprometen además a promover algunas iniciativas específicas, entre ellas, "continuar en los esfuerzos de lograr una Reforma Migratoria integral en los EE UU que respete los derechos de los migrantes, evite la separación de las familias y reduzca las deportaciones"; así como pedir al Senado Mexicano "una visa de tránsito que brinde protección y seguridad a los centroamericanos que se dirigen a los EE UU".