Con motivo de la presentación del libro "Oráculos de la ciencia" en la sede de la Universidad de Navarra en Madrid (España), catedráticos y especialistas invitados destacaron la armonía existente entre la fe y la razón.

"Es fácil encontrar la armonía entre ciencia y religión cuando se conoce profundamente lo que la ciencia es y dice, y lo que la religión es y exige", expresó el catedrático de filosofía de la naturaleza de la Universidad de Sevilla, Juan Arana, en su intervención sobre el libro escrito por Mariano Artigas y Karl Giberson y publicado por primera vez en castellano.

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Arana rechazó la "separación salomónica" entre la fe y la razón argumentando que "la verdad es una y nuestra aspiración a alcanzarla también, aunque haya distintos niveles y concreciones".

En ese sentido, destacó la necesidad de que los creyentes presten mayor atención a la ciencia y sus implicaciones. "La ciencia aporta el conocimiento empírico de la realidad que nos rodea", indicó.

Por su parte, José Luis González, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos I de Madrid, advirtió del riesgo de "prolongar la ciencia" hacia otros campos.

"La ciencia debe ser muy cuidadosa y debe estar presidida por una lógica rigurosa. Las ganas de saber -y aparentar que se sabe- a veces conduce a conclusiones que de ninguna forma pueden ser sacadas", señaló en referencia a influyentes divulgadores científicos contrarios a la religión, como Hawking o Sagan, cuyos trabajos se analizan en el libro.

Finalmente, el filósofo y físico Santiago Collado, subdirector del Grupo de Investigación Ciencia, Razón y Fe de la Universidad de Pamplona, centró su intervención en la figura de Mariano Artigas, del que resaltó su capacidad intelectual unida a su fe.

"Fe y razón vivían en armonía en su persona y eso fue una de las claves de que se convirtiera en un intelectual de prestigio internacional. Para él la fe no era un refugio, le llevaba a hacer un uso de la razón honrado", subrayó.