El Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi, anunció hoy que la gendarmería vaticana detuvo a un sospechoso de la filtración de documentos privados del Vaticano a los que la prensa ha dado el nombre de "Vatileaks".
En declaraciones a los periodistas, el sacerdote dijo que "las investigaciones iniciadas por la Gendarmería bajo instrucciones recibidas por la comisión de Cardenales y bajo la dirección del Promotor de Justicia, han identificado a una persona en posesión de documentos confidenciales".
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"Esta persona, se encuentra ahora a disposición de la magistratura vaticana para ulteriores averiguaciones", añadió.
El Vaticano aún no ha hecho público el nombre del sospechoso que permanece a disposición del Procurador de Justicia de la Santa Sede, Nicola Picardi, pero el diario italiano Il Foglio señala que podría tratarse de uno de los ayudantes de la cámara pontificia, el trabajador italiano Paolo Gabriele.
Sobre los "Vatileaks", ACI Prensa conversó ayer jueves 24 de mayo con el presidente de la comisión creada por el Papa Benedicto XVI para este tema, el Cardenal español Julián Herranz, de 82 años de edad y Presidente Emérito del Pontificio Consejo para los textos legislativos.
En opinión del Purpurado, estas filtraciones de documentos del Vaticano "confunden a las almas y hacen también tener de la Iglesia y de la Santa Sede una imagen totalmente injusta".
El Cardenal dijo además que están trabajando en la resolución del problema a la vez que confían plenamente en la Divina Providencia.
La comisión de cardenales que preside el Cardenal Herranz está integrada también por el Prefecto Emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Cardenal Josef Tomko, y el Arzobispo Emérito de Palermo (Italia), Mons. Salvatore De Giorgi.
El pasado 19 de mayo, el periodista italiano Gianluigi Nuzzi publicó el libro "Su Santidad, las cartas secretas de Benedicto XVI". La obra muestra sin autorización alguna, documentos reservados del Vaticano.
Horas después de la puesta a la venta del libro y a través de un comunicado, la Santa Sede anunció que la publicación "asume claramente el carácter de un acto criminal" y en consecuencia emprenderá acciones legales.