Un juez de la localidad de Palma (España) sentenció a un médico y a la clínica donde trabaja a mantener a un niño hasta que cumpla 25 años de edad, por no haber logrado eliminarlo en lo que fue un aborto fallido.
Según trascendió por medios de prensa locales, la madre del niño se sometió al aborto el 20 de abril de 2010 y, dos semanas después, el médico, de iniciales E.R.K., confirmó que el bebé había sido extirpado del vientre materno, tras ver las ecografías.
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La sorprendida madre descubrió tres meses más tarde que seguía embarazada.
En la sentencia, el juzgado indicó que la madre no deseaba tener al niño y que realizó todo lo legalmente posible para evitar el nacimiento de su hijo. Por ello, de acuerdo al magistrado, no se puede obligar a la mujer a hacerse cargo de la manutención del pequeño que tiene año y medio de edad.
El médico también está obligado por la sentencia judicial a pagar una indemnización a la madre, por haberle ocasionado "daños morales". La suma de esta compensación es de 420,000 euros (unos 526,734 dólares).
Luego de tres meses, la mujer acudió nuevamente a la clínica para someterse a un nuevo aborto, sospechando que se trataba de otro embarazo, pero se encontró con que era el mismo. Por encontrarse en la semana 22 de gestación, la clínica se rehusó a realizar el aborto.
Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos de Baleares, Antoni Bennàssar, ha criticado la sentencia judicial, cuestionando "¿es un daño el haber nacido o no haber nacido?".
Para el galeno, la sentencia es una sorpresa no sólo como médico, sino también como "persona normal", pues "a la sociedad le ha llamado la atención que se proponga el pago de una manutención durante 25 años por haber nacido, por una equivocación a la hora de practicar un aborto".
Bennàssar mostró su extrañeza porque usualmente se condenan las muertes y las lesiones, no un nacimiento.