Un grupo pro-vida canadiense "sigue los pasos" de las abortistas durante la década de 1970… pero esta vez con el objetivo de conseguir la derogación de leyes anti-vida locales, así como iniciar una gran caravana a lo largo de Canadá para concientizar a las personas sobre la dolorosa realidad del aborto.
El colectivo, que está dedicado a "hacer impensable el aborto", involucrando al público en la discusión acerca de la realidad de esta práctica, realizará su campaña más ambiciosa que comenzará el 29 de mayo.
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La Nueva Caravana del Aborto seguirá los pasos de los activistas abortistas, que involucraron al público con una campaña casi idéntica, llamada Caravana del Aborto, en el verano de 1970, para lograr abortos gratuitos a pedido, pagados con impuestos canadienses, en cualquier etapa del embarazo, y la derogación de las leyes pro-vida.
A través de imágenes perturbadoras, testimonios de mujeres que experimentaron abortos ilegales y presentándolo como un derecho fundamental de las mujeres, los promotores del aborto lograron su objetivo.
En diálogo con ACI Prensa, Stephanie Gray, directora ejecutiva del Centro Canadiense para la Reforma Bioética, que promueve la campaña pro-vida, se mostró confiada en que "podemos acabar la matanza y podemos acabarla durante nuestra vida".
Gray indicó que es fundamental para esta campaña usar similar retórica a la de los abortistas, y añadió que la Nueva Caravana del Aborto espera mover el debate de una noción abstracta de la elección a la realidad de que el aborto es "un acto de violencia que mata un bebé".
Para la activista pro-vida, esta campaña contribuirá a contrarrestar las leyes abortistas para el 2030.
En la caravana, el grupo pro-vida usará imágenes gráficas, dará conversatorios educacionales y proveerá testimonios de mujeres que tuvieron abortos para exponer la realidad de la violencia del "procedimiento".
Mientras que la campaña original finalizó el Día de la Madre, para presentar el movimiento como un asunto de derechos de la mujer, esta nueva campaña culminará el 1 de julio, Día de Canadá, para enmarcar el aborto como una violación de los derechos humanos.
Gray cuestionó que "¿si alguien hiciera daño a un niño, no intervendrías para evitar que ocurra ese acto de injusticia?"
La activista pro-vida indicó que, de la misma forma, el aborto es simplemente el asesinato de niños que "son solamente un poco más jóvenes, menos desarrollados y más dependientes que los niños".
Aunque el tono y las imágenes usadas por la campaña podrían verse extremas, Gray dijo que en su equipo deben ser "buenos embajadores" de la verdad y el amor.
Sobre todo, ellos necesitan "comunicar la dureza, que no puede ser cambiada, porque el aborto es duro", mientras que al mismo tiempo deben practicar la empatía, compasión y ser buenos escuchando.
Desde 2001, el centro dirigido por Stephanie Gray trabaja con dedicación para "hacer el aborto impensable durante nuestra vida". Para ese fin, el grupo organiza charlas, demostraciones y campañas a lo largo del año, que sirven para "comprometer a la cultura directamente sobre quién es el niño no nacido".
La organización ha tenido una respuesta sorprendentemente favorable por parte de diversos programas, especialmente en sus conversatorios en escuelas secundarias.
"Encontramos que obtenemos una respuesta tan positiva y transformadora de estudiantes, porque ellos típicamente no han sido expuestos al mensaje pro-vida".