Al finalizar la audiencia general de hoy el Papa Benedicto XVI señaló que el trabajo no debe ser un obstáculo para la familia y explicó que el Domingo, Día del Señor, debe ser momento de descanso y ocasión para reforzar las relaciones familiares.
En su llamado en italiano al final de la audiencia, el Santo Padre dijo que "ayer, martes 15 de mayo, se ha celebrado la Jornada Internacional de las Familias, instituida por las Naciones Unidas y dedicada este año al equilibrio entre dos cuestiones estrechamente conexas: la familia y el trabajo".
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"Este último no debería obstaculizar a la familia, sino más bien sostenerla y unirla, ayudarla a abrirse a la vida y a entrar en relación con la sociedad y la Iglesia", indicó.
"Auspicio también que el Domingo, día del Señor y Pascua de la semana, sea el día de descanso y ocasión para reforzar los lazos familiares", concluyó.
En los saludos en diversos idiomas, el Papa recordó que mañana se celebrará la solemnidad de la Ascensión del Señor. Esta festividad "nos invita a mirar a Jesús que, subiendo al Cielo, confía a los apóstoles el mandato de llevar su mensaje de salvación a todo el mundo".
"El Señor ha preparado un sitio para cada uno de nosotros y nos espera. Que nuestros pensamientos y nuestras obras estén dirigidos hacia la patria celeste", aseguró.