El periodista y columnista Ricardo Sánchez-Serra llamó a la opinión pública a no dejarse engañar por la reciente carta pública del rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Marcial Rubio, pues su objetivo es desprestigiar al Cardenal Juan Luis Cipriani y crear una cortina de humo.
El columnista se refirió a la carta enviada al Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, en la que Rubio pide alejar al Arzobispo de Lima como interlocutor entre la Santa Sede y las autoridades universitarias en el impase por la adecuación de los estatutos de la PUCP a la Ex Corde Ecclesiae.
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Sánchez-Serra dijo que esta misiva busca "desprestigiar al Cardenal porque el Arzobispado de Lima ha puesto en evidencia el ilegal uso y abuso de la herencia de Riva Agüero, porque no cuentan con la aprobación de la Junta de Administración que integra el rector y un representante del Arzobispado, como señala el testamento".
Además, indicó que Rubio quiere "sembrar una cortina de humo con el tema de la adecuación de los estatutos de la Universidad (…) porque no quieren someterse a la autoridad vaticana y pretenden hacerse las víctimas, cuando son los victimarios, es decir, echar la culpa a otros de la inminente pérdida del nombre Pontificia y Católica".
En su columna publicada el 12 de mayo en Generaccion.com, Sánchez-Serra dijo que esta "continua ‘mecedora’ de las autoridades de la PUCP con respecto a la adecuación de los estatutos" es con el fin de demorar el retiro del nombre de Pontifica y Católica a este centro de estudios.
"Nunca hubo la honestidad y franqueza de un diálogo veraz, constructivo, que permita una solución", señaló, e indicó que la salida de atacar al Cardenal "demuestra la catadura moral del rector, su carencia de valores que contagia a toda la comunidad universitaria y comprueba el nivel directivo de esa universidad (…). Hay gente buena entre el profesorado, los alumnos y los trabajadores, pero hay miedo, terror, para que se expresen ante las inmediatas represalias".
Sánchez-Serra advirtió que "atacar a un pastor de la Iglesia, a un representante de Cristo en la tierra es no ser cristiano", y que "hace mucho tiempo que tanto sus autoridades (de la PUCP), como la universidad, han dejado de ser católicos, en el total sentido de la palabra".