El Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi, informó hoy que la firma textil italiana Benetton se retractó del uso ofensivo e indebido que hizo de la imagen del Papa Benedicto XVI en la campaña denominada "Unhate: contra el odio" en la que con un montaje fotográfico se mostraba al Pontífice "besando" a un líder musulmán.
El hecho ocurrido en noviembre del año pasado originó que el Vaticano presentara una acción legal que ya ha concluido con el compromiso de Benetton de no volver a utilizar la imagen del Papa sin autorización de la Santa Sede.
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Benetton indica además que las imágenes del Pontífice "ya han sido retiradas del propio circuito comercial".
El comunicado dado a conocer hoy por el sacerdote jesuita señala además que el viernes pasado el Grupo Benetton también se comprometió a desplegar "sus buenos oficios para que cese la ulterior utilización de la imagen por parte de terceros, en sitios internet o en otras sedes".
El comunicado de Benetton del día viernes "representa la conclusión, con base en un acuerdo transactivo, de la confrontación entre los abogados de la Santa Sede y los del Grupo Benetton, confrontación que se ha producido como había sido anunciado y ha estado abierta hasta ahora".
"El Grupo Benetton reconoce por tanto (…) que la imagen del Papa ha de ser respetada", añade.
En el comunicado de hoy dado a conocer hoy por el Padre Lombardi indica que "la Santa Sede no ha querido pedir compensaciones de tipo económico; sin embargo, ha querido obtener la compensación moral del reconocimiento del abuso cometido, así como afirmar su voluntad de defender también con medios legales la imagen del Papa".
"En lugar de una compensación económica, se ha pedido y obtenido del Grupo Benetton que realice un acto de generosidad, limitado pero efectivo, en favor de una actividad caritativa de la Iglesia", agrega.
El texto afirma finalmente que "se cierra así, también desde el punto de vista legal, un episodio muy desagradable que no debería haber sucedido, pero del que se espera obtener una lección de debido respeto por la imagen del Papa –como por la de cualquier otra persona– y por la sensibilidad de los fieles".