El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, ha afirmado que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y, por tanto, la fe, es un "no" a la capacidad que el hombre tiene en este momento de la historia para "destruir a la humanidad" con los arsenales de bombas atómicas y misiles que existen.
"Vivimos en un momento en la historia de la humanidad en que el hombre es capaz de destruirse a sí mismo. Tenemos capacidad técnica a disposición de los hombres para acabar con la humanidad. Eso no había ocurrido nunca, hoy sí. Si todos los arsenales atómicos sueltan todos los misiles almacenados, se ha acabado", ha indicado, al tiempo que ha deseado que no sea así.
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Por ello, ha subrayado que acontecimientos como la JMJ indican cuál es el camino a seguir, sobre todo a la hora de transmitir el Evangelio a las nuevas generaciones que, según ha indicado, quizá no tengan la sensibilidad de la experiencia de quienes vivieron la II Guerra Mundial o las bombas de Hiroshima y Nagasaki.
Así lo ha indicado durante la presentación del libro oficial de la JMJ Madrid 2011 "Una verdadera cascada de luz", editado por el director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Isidro Catela Marcos y la fotógrafa Anahí Rodríguez Villalba.
La obra recorre, a lo largo de 302 páginas y 224 fotografías, la JMJ de Madrid, desde los días previos a la llegada del Papa Benedicto XVI, pasando por su entrada por la Puerta de Alcalá, su encuentro con las religiosas y los profesores en el Escorial, el Via Crucis, hasta llegar a la tormenta de Cuatro Vientos.
Asimismo, se incluyen todos los discursos que pronunció el Pontífice durante su estancia en Madrid así como el mensaje anterior a la celebración del evento. Además, el Cardenal Rouco Varela destaca en el prólogo que la realidad superó "los sueños más ambiciosos" y que los frutos "no se han hecho esperar".
Precisamente, ha asegurado que la confesión a 40.000 personas en el parque de El Retiro –multiplicado por diez si se cuentan el resto de confesiones– ha sido un "indicador" del índice de conversión "muy fuerte" que ha traído la Jornada.
Concretamente, ha recordado el caso de un "joven" que la última vez que se había confesado había sido hace 40 años o el de personas adultas con posiciones a veces "muy o visceralmente anti".
El Cardenal Rouco ha señalado que la JMJ ha dado una "lección de catolicidad" y ha enseñado que hay que llevar a Cristo a "todos los jóvenes del mundo, cualquiera que sea la situación en la que viven, hoy en muchos casos difícil, casi dramática".
Jóvenes en paro y pobres
En esta línea, ha indicado que, aunque ahora no hay que ir a Vietnam u otros destinos donde se libraban "las grandes batallas", hoy en día la juventud se ve implicada en "circunstancias de otro tipo" y ha insistido en que hay que llevarles el mensaje de Jesús y ayudar a los más necesitados, a los pobres no sólo económicamente sino también los que lo son por falta de cariño así como a los que están en paro.
El primer ejemplar del libro se lo entregó el Cardenal al Papa el Lunes Santo y ha asegurado que, al abrirlo por la primera fotografía panorámica a doble página de Cuatro Vientos lleno de gente, Benedicto XVI mostró su sorpresa y alegría exclamando un "¡oh!".
En el acto de presentación también han intervenido los editores del libro, el director ejecutivo de la JMJ, Yago de la Cierva, que ha recordado la fotografía del Papa rodeado de jóvenes tras la tormenta; y la periodista Inmaculada Galván que ha dado las gracias al Cardenal por su "persistencia" al pedir que la JMJ se celebrara en Madrid.