El Arzobispo de Arequipa, Mons. Javier del Río, afirmó que si bien la Iglesia no condena la homosexualidad ni una orientación sexual, los actos homosexuales son contrarios a la propia naturaleza del ser humano.
En entrevista con el periódico peruano La República, Mons. Del Río explicó que esa es la razón por la que la Iglesia no está de acuerdo con que se promueva la actividad homosexual.
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"Es una orientación que no va con su propia naturaleza humana. Recordemos que la sexualidad no es solamente un tema de genitalidad, la sexualidad abarca todo el ser humano, el ser humano es todo varón y todo mujer".
Mons. Del Río señaló que muchas veces lo que se promueve, y lo que la Iglesia critica, "es que las personas que tienen naturaleza humana de varón tengan una atracción sexual por personas del mismo sexo, se promueva esto en lugar de ayudarlos a responder a su verdadera naturaleza humana".
El Prelado explicó que todos los seres humanos tienen dignidad por el hecho de ser persona. "Por ello se merecen todo nuestro respeto y el respeto de toda la población, independientemente de que sean personas físicamente sanas, o que tengan alguna discapacidad física o mental".
"Lo mismo podemos decir de una persona con diferente orientación sexual, credo, raza, situación social, etc.".
El Arzobispo de Arequipa subrayó en su entrevista que la Asociación de Psicólogos Católicos de Italia ha señalado que "cuando el cambio de orientación sexual no tiene una raíz orgánica es factible retornar".
Mons. Del Río también responsabilizó por la promoción del estilo de vida gay a "muchas ONGs, organismos internacionales con mucho poder político y económico, además de muchos departamentos de Naciones Unidas (ONU) que promueven la homosexualidad, el aborto, y cuyos líderes no son homosexuales, pero lo promueven".
Ante esto, de acuerdo al Prelado, la Iglesia por una parte exhorta a las personas a que busquen que "su opción sexual corresponda al total de su naturaleza".
"No obstante, si hay personas que no quieren o prefieren mantenerse con esta orientación, los invitamos a no ejercer la homosexualidad y mantenerse en el celibato porque va contra su propia naturaleza. Siempre se le ha llamado relaciones contranatura, así se le ha llamado tradicionalmente".
Mons. Del Río remarcó que "la Iglesia respeta a los homosexuales, y ama a una persona con orientación homosexual así como ama a una persona con orientación heterosexual".
"Dentro de grupos de la Iglesia hay muchas personas que han tenido una actividad homosexual y que luego han recuperado la sexualidad, tal y como le fue brindada por la naturaleza. Los tenemos dentro de los grupos parroquiales y nuevos movimientos".
El Arzobispo de Arequipa indicó que en todo el mundo la Iglesia tiene cursos y consultores "para recuperar la orientación sexual dada por la naturaleza y no por las circunstancias sociales".
La enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad
La enseñanza católica respecto de la homosexualidad está resumida en tres artículos del Catecismo de la Iglesia Católica; 2357, 2358 y 2359. En estos artículos la Iglesia enseña que:
Los homosexuales "deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta".
La homosexualidad, como tendencia es "objetivamente desordenada", que "constituye para la mayoría de ellos (los homosexuales) una auténtica prueba".
Apoyado en la Sagrada Escritura "la Tradición ha declarado siempre que "los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados", "no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual" y por tanto "no pueden recibir aprobación en ningún caso"."Las personas homosexuales están llamadas a la castidad" y "mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana".