Centenares de exiliados cubanos y fieles católicos latinos participaron en la ceremonia de despedida del Obispo Auxiliar Emérito de Miami (Estados Unidos), Mons. Agustín Román, fallecido el 11 de abril y considerado como un padre espiritual para el exilio de Cuba.
La ceremonia fúnebre tuvo lugar en el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, en Miami, parroquia que Mons. Román fundó en 1968, haciéndola un centro de peregrinación para los exiliados cubanos en Estados Unidos.
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En testimonios recogidos por el diario estadounidense El Nuevo Herald, quienes conocieron al Prelado, expresaron su aprecio por su coherencia y entrega.
El P. Juan Rumín Domínguez, párroco del Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, afirmó que Mons. Román "siempre estuvo accesible a todas las personas y lo hizo sin ninguna ostentación. Abrió su corazón al exilio y a todos en esta casa. Nos deja un legado de fe y coherencia".
El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, indicó que el obispo auxiliar "era un líder espiritual muy querido y respetado que inspiró a muchos miembros de nuestra comunidad, al estar siempre trabajando junto a las personas más necesitadas de nuestra ciudad, incluso personas de otras religiones y orígenes".
Para la congresista republicana del estado de Florida, Ileana Ros-Lehtinen, Mons. Román dejó un importante legado como guía espiritual para su comunidad.
"La Iglesia Católica en el sur de la Florida ha sufrido una pérdida irreparable con el fallecimiento de la conciencia de la comunidad cubana en el exilio, monseñor Agustín Román", señaló.
Por su parte, el alcalde de la ciudad de Miami Tomás Regalado, calificó al fallecido Prelado como un "líder natural del exilio cubano".
"Aquellos de nosotros que trabajamos en los medios en los 80 lo vimos como un pacificador cuando los refugiados de Mariel llegaron a Atlanta y Arkansas. Fue la brújula moral de la comunidad cubana en el exilio".
Los obispos cubanos también expresaron su pesar por la muerte de Mons. Román. En un comunicado difundido el 12 de abril, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba destacó que el Prelado fue "conocido y querido por cuantos le trataron, amó entrañablemente a Cuba y a la Iglesia".
"Su amor a la Virgen de la Caridad le acompañó e inspiró durante toda la vida y se vio plasmado en la construcción de la Ermita de la Caridad a la que sirvió como Rector durante muchos años".
Los obispos cubanos pidieron a Dios que "acoja en su Reino al ‘servidor bueno y fiel’ que fue Mons. Agustín Román".