El director del Centro Ecuménico de Tabbale, en Damasco (Siria), el sacerdote franciscano Romualdo Fernández, afirmó que aunque se estén cerrando las embajadas en Siria, "nosotros los franciscanos nos quedamos para estar cerca de la gente".
"Hemos estado aquí desde hace ocho siglos, no abandonaremos nuestras misiones, queremos continuar con la obra de amor y servicio al pueblo de Siria", aseguró el sacerdote a la agencia vaticana Fides.
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El sacerdote también indicó que la población, entre ellos muchos cristianos, está atemorizada por la violencia. "Vemos que aumentan las familias, incluidas las cristianas, que dejan Siria por temor a un futuro incierto y sombrío", señaló.
"Es necesario hacer un mayor esfuerzo para promover el diálogo entre gobierno y oposición. La comunidad internacional y los medios de comunicación deberían empujar más hacia el diálogo", exhortó el P. Fernández.
El sacerdote franciscano confía que fruto del diálogo, de un encuentro constructivo entre las partes hoy en conflicto, pueda encaminarse al país hacia la democracia y la paz.
"Los cristianos, mirando la situación actual en Irak, esperamos que el pueblo sirio no sufra como le sucedió al iraquí, que fue martirizado incluso después de la guerra. Lo que temen los cristianos es que se produzca un vacío de poder que deje espacio a las mafias, la injusticia, el extremismo".
El P. Fernández aseguró que durante la permanencia de la orden religiosa en el país, "seguiremos orando y estando cerca de la población".