El Arzobispo de Bogotá y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Mons. Rubén Salazar, saludó la liberación ayer de 10 policías y militares que la guerrilla narcoterrorista de las FARC mantuvo cautivos por más de 13 años.
En un comunicado con fecha 2 de abril, Mons. Salazar afirmó que "en el contexto de la celebración de la Pascua, que es la fiesta de la vida, los obispos de Colombia nos unimos a la alegría que invade hoy a quienes han sido liberados de su cautiverio y a sus familiares y amigos, y a los colombianos que no perdemos la esperanza del retorno a la libertad de todos los secuestrados".
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Los liberados son los sargentos primero del Ejército, Luis Alfredo Moreno Chagueza y Robinson Salcedo Guarín, ambos capturados en la toma de Miraflores, Guaviare, en 1998.
Los sargentos primero del Ejército, Luis Arturo Arcia y Luis Alfonso Beltrán Franco, de la toma del Billar, Caquetá, en 1998. Asimismo, el sargento primero de la Policía, José Libardo Forero; los intendentes jefes de la Policía Carlos José Duarte, Wilson Rojas Medina, Jorge Humberto Romero y Jorge Trujillo Solarte, retenidos ellos cuatro en la toma de Puerto Rico Meta en 1999.
Completan el grupo el sargento mayor de la Policía, César Augusto Lasso Monsalve, quien se encontraba en poder de las FARC-EP desde 1998, tras la toma de Mitú.
Los obispos de Colombia exhortan a "los grupos que mantienen todavía a algunas personas secuestradas, a que las liberen cuanto antes para que desaparezca definitivamente de nuestra Patria el crimen atroz del secuestro y se consolide el respeto profundo a los derechos de todos y cada uno de los colombianos, base indispensable para la construcción de una sociedad justa y fraterna".
Para los prelados, "la liberación unilateral de todos los secuestrados es un primer paso necesario para iniciar procesos de diálogo y concertación que permitan a Colombia terminar con el flagelo de la guerra fratricida y avanzar por los senderos de la paz, anhelo permanente de todos los colombianos".
Finalmente invitan a "los católicos de Colombia a vivir intensamente la celebración del misterio de la Pascua como un paso de la muerte a la vida, de la esclavitud a la libertad, de la enemistad a la hermandad, de la división a la unidad".
Según informa Caracol Radio, luego de los primeros exámenes médicos se constató que la mayoría de los liberados presenta disminución de la agudeza visual y pérdida de peso, pero su estado general es bueno.