Cientos de personas se han congregado este sábado en la madrileña puerta del Sol para defender el derecho a la vida y exigir "la abolición de toda legislación permisiva del aborto, las prácticas eutanásicas y la manipulación y destrucción de embriones humanos".
El acto, la Gran Gala de la Vida, ha sido organizado por la Plataforma Sí a la Vida, que integra a 440 entidades y se ha desarrollado sobre un escenario de 96 metros cuadrados instalado a los pies de la sede del Gobierno regional.
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Los presentadores del evento, Alejandra Prat y Miguel Ángel Tobías, leyeron un manifiesto en el que, además de la abolición del aborto, la plataforma reivindica "leyes y políticas públicas que se comprometan con la defensa de la vida y rompan decididamente con la cultura de la muerte" que, afirman, "se ha ido imponiendo en España en las últimas décadas".
En esta línea, exige una legislación que proteja y ayude a la embarazada para "facilitar el ejercicio de su derecho a ser madre", así como medidas de "especial protección" para personas con discapacidad, mayores o enfermos.
El manifiesto, difundido por conmemorarse ayer domingo 25 el Dia Internacional de la Vida, plantea "la exclusión de la sociedad de cualquier forma de condescendencia con el terrorismo y el maltrato", y expresa su "respaldo y admiración" por las fuerzas del orden que los combaten.
De hecho, el terrorismo ha estado muy presente durante este acto en el que han prestado su testimonio de superación y lucha por la vida Irene Villa e Ignacio González, víctimas de ETA y el 11-M, respectivamente, quienes han coincidido en que "la vida es un regalo" y hay que valorarlo.
Ella, embarazada de cuatro meses, "encantada con la barriga y estrenando piernas", ha puesto el acento en que "la dignidad, se esté como se esté, no la puede quitar nadie". Según ha explicado, tras el atentado su padre "quiso que estuviera en paz eterna", pero los médicos no lo permitieron y ahora ambos celebran que fuera así. "Ni siquiera tu padre, ni siquiera tu madre te pueden quitar tu derecho a la vida", aseguró.
Por su parte, González, que iba camino de su trabajo en la central de Medio Ambiente de la Guardia Civil cuando al pasar por El Pozo su tren estalló, confesó que en varias ocasiones pensó en el suicidio, pero el refugio en su familia y el apoyo de la Asociación de Víctimas del Terrorismo le han hecho seguir adelante. "La vida es maravillosa, pero hay momentos en que uno no lo piensa", añadió.
Por el escenario, donde han actuado los grupos Beat Beat Yeah y Nena Daconte, han desfilado distintas personas para ofrecer su testimonio de vida, como Cármen López, que tiene síndrome de Down y título de campeona de Badmington de la Comunidad de Madrid y que se ha dirigido a los asistentes al grito de "no abortar, por favor".
En esta línea ha ido el testimonio de Pilar Tolosa, de 80 años, a cuyo padre le dijeron que si nacía, su madre moriría en el parto, aunque finalmente no fue así. La pequeña de cinco hermanos contó cómo uno de ellos falleció en un accidente de trafico y le dejó a sus cinco hijos a cargo. "Qué habría sido de esos niños si yo no hubiera nacido", expresó e hizo un llamado a todos a "confiar en Dios" y seguir adelante.
También subió Maite, madre de 13 hijos, tres de ellos adoptados y con discapacidad, para agradecer a las madres biológicas de éstos que los hubieran tenido. Tras ella, Antonio González, profesor y paciente de cáncer de colon, que destacó la fuerza que le transmite su familia y sus alumnos.
Entre testimonios se proyectaron dos vídeos con las experiencias personales en este sentido realizados por el productor Manuel Morales, que al igual que los grupos de música y todo el personal de organización han prestado su colaboración de forma altruista.